El Instituto de Biotecnología Agrícola (INBIO) realizó un análisis especial de la humedad del suelo en épocas críticas para el cultivo de la soja en la actual campaña, ya que a campo se observa que el periodo de estrés hídrico de más de cuatro semanas en algunas regiones afectó la producción de los diferentes cultivos, principalmente en las regiones del norte del país, como el caso de San Pedro, Caaguazú Norte, Oeste de Canindeyú y Concepción.
Se observa que los mejores registros de lluvias ocurrieron en la primera quincena de diciembre para todo el país, lo que permitió mantener niveles óptimos de humedad en el suelo hasta el 25 de diciembre, sin embargo, después de esa fecha, el monitoreo de humedad reveló una rápida pérdida en los perfiles del suelo, atribuida a las elevadas temperaturas y a los vientos rotando del sur y esto se vio acrecentado por la textura de suelo y las condiciones de las diferentes parcelas, siendo los suelos arenosos y sin coberturas los más afectados. Esto resultó en una alta tasa de evapotranspiración, impidiendo que el agua disponible en el perfil del suelo fuera aprovechada al máximo por los cultivos.
En enero se observa un déficit hídrico en amplias áreas de la Región Oriental, comprometiendo en fase sensible de llenado de granos, especialmente aquellas sojas sembradas a mediados de setiembre, época que es la de mayor porcentaje de siembra, impactando fuertemente en el rendimiento de la soja y de los diferentes cultivos, en donde la mayoría de los perfiles de suelo carecen de reservas hídricas adecuadas al momento de este informe. Mientras que, en la región Occidental, para la actual campaña se presentan precipitaciones dentro de los rangos normales del periodo, lo cual es favorable para la siembra de los cultivos de verano.
Para febrero, las actualizaciones recientes de los modelos climáticos indican una alta probabilidad de déficit de precipitaciones en gran parte del territorio nacional. Esta situación impactaría directamente la fase crítica de llenado de granos en los cultivos de soja de siembra tardía, lo que podría resultar también en una disminución importante de los rendimientos proyectados.
Por otra parte, las condiciones de humedad de suelo en los perfiles podrían ser un riesgo para la siembra de zafriña en la Región Oriental, especialmente en áreas con suelos de textura predominantemente arenosa.
Monitoreo de humedad
El monitoreo de humedad del suelo destaca que existen 8.882.145 hectáreas de área cultivable que se encuentra en situación de déficit hídrico, correspondiente al 84% del área total de las unidades de suelo aptas para cultivos. Esta actualización es con base en un corte realizado el 11 de enero de 2025.
Análisis de impacto
Para los productores que realizaron la siembra temprana (hasta los primeros días de setiembre), el periodo crítico de llenado de granos del cultivo de la soja escapó en gran parte de la deficiencia hídrica, si bien para esa época el acumulado de las lluvias fue dentro del parámetro normal, la distribución y frecuencia no fueron las adecuadas, teniendo esto su impacto también en esa siembra.
Por otra parte, la gran mayoría que sembró a partir de mediados de setiembre hasta principios de octubre fueron los más afectados por este periodo de déficit hídrico, ya que el cargado de granos coincidió con la mayor necesidad agua por el cultivo, esto independientemente del ciclo. Queda por observar cómo serán los rendimientos de los cultivos de siembra más tardía, pues dependen en gran medida de las próximas lluvias.
Fuente: INBIO