El ministro de Educación, Luis Ramírez, destacó los resultados obtenidos a través del plan piloto del programa “Hambre Cero en las Escuelas”, que permitió identificar graves carencias en las instituciones educativas. Según el reporte, cerca de 500 escuelas carecían de agua potable y baños.
Ramírez explicó que, a partir del año pasado, el Ministerio de Educación y Ciencias (MEC) redefinió sus prioridades en materia de infraestructura escolar. “Cambiamos la lógica al decir ‘no construyamos hasta tener agua potable, baños y cocina donde sea necesario’”, señaló.
Con la próxima implementación a nivel nacional del programa “Hambre Cero”, el MEC trabaja para garantizar que todas las escuelas cuenten con cocinas adecuadas para la preparación de alimentos, en coordinación con las municipalidades locales.
El ministro informó que, de las 500 instituciones detectadas sin agua potable ni baños, la problemática ya fue resuelta en 290 escuelas. “Si bien es probable que no logremos cubrir la totalidad, confiamos en que la mayoría de las instituciones educativas este año contará con suministro de agua, un recurso fundamental para cualquier espacio que reciba a muchas personas”, agregó.
Ramírez se mostró optimista sobre el progreso alcanzado. “Estamos trabajando a buen ritmo y creo que tendremos todo listo para el inicio de la segunda fase de Hambre Cero”, afirmó.
Desafíos pendientes
El ministro también reconoció que aún persisten desafíos importantes, como la mejora de caminos de todo tiempo y la conectividad a internet en las escuelas. Estos aspectos son prioritarios y se están abordando con el apoyo de otras instituciones para asegurar condiciones óptimas en el sistema educativo.
El programa “Hambre Cero en las Escuelas” busca no solo garantizar la alimentación adecuada de los estudiantes, sino también mejorar las condiciones básicas de infraestructura, promoviendo un entorno más seguro y funcional para la comunidad educativa.