Josep Guardiola acaba de cumplir 500 partidos al frente del Manchester City en un ciclo colosal, plagado de victorias. Los designios del Altísimo más la natural incertidumbre del fútbol hacen que los cumpla justo cuando está atravesando los tiempos más complejos en cuanto a rendimiento y resultados. Hoy se ven lejos del Peak ideal para la competencia definitoria contra los equipos fuertes de Europa y de la competencia local. Este escribidor pretende compartir algunas razones que explican el momento. Ganar siempre es un mito.
Sorprende la sorpresa
O la sensación de sorpresa ante el récord negativo que viene atravesando el Manchester City al mando de Pep.
Sorprende que a gente muy de fútbol, de las que maman de esto día a día expresen asombro ante un fenómeno que es cíclico en el deporte. Todos los equipos ganan y pierden. Y, como siempre hay un solo ganador (o casi siempre), en este caso el campeón, quiere decir que el resto de los demás ha perdido.
Vayamos a los números. En el City, Guardiola dirigió tan solo en Premier League la cantidad de de 321 partidos. De esos, ha ganado 233, ha perdido 44 y empatado también 44 partidos. Casi un 73 por ciento de efectividad. Solo en Premier League.
Y aunque sea aburrido, recordemos el palmarés de Pep con los Citizens: 6 Premier League, 2 FA Cup, 4 Copas de la Liga, 3 Community Shield, 1 Champions League, 1 Supercopa de Europa, 1 Mundial de Clubes. Poquita cosa.
Alguna vez tenía que perder, ¿no? Vamos a analizarlo en las razones que explican el momento.
Rodri y la respuesta fácil
La respuesta fácil no es la correcta, muchas veces. El City empezó a dar señales mucho antes de la lesión del mediocentro español Rodri. La dinámica ya era, en comparación, más baja a la de los buenos y recientes tiempos. Los de Pep ya no llegan en el tiempo necesario, justo; no disputan con agresividad ante pérdidas, no corren a la velocidad necesaria para los desmarques necesarios. No se pasan la pelota con la convicción de que es el modo de jugar.
Los señores del City están navegando aguas turbulentas porque no están, hoy, convencidos de lo que tienen que hacer. Y esa convicción nace y se hace fuerte en las sesiones de entrenamiento. Y las sesiones de entrenamiento requieren de la inquebrantable voluntad del jugador.
Ahí está, a mi entender, el gran talón de Aquiles de este gran equipo. Las voluntades ya no son las mismas, y se entiende. Es una grandísima plantilla en cuanto a calidad, comandada por uno de los mejores entrenadores de la historia, pero ha ganado demasiado en este tiempo. Créame, ganar es un problema. Requiere de esfuerzos tremendos, de una focalización y de renuncias que el común no entiende ni debería.
Ganar requiere de mucho. Créame, amable lector. Luego de alzarse con cuatro Premier League consecutivas, una Champions, una Supercopa y un Mundial, cuesta regenerar el hambre voraz de volver a saltar al campo de entrenos y darlo todo de vuelta.
Por eso, muchos clubes, muchos equipos, luego de ganar o conseguir objetivos importantes proceden a renovar la plantilla. Y todavía muchos se preguntan ⟪¿Por qué lo hacen, si estaban ganando tanto?⟫ Bueno, en palabras del buen Julio Velazco, uno no debería empezar a perder para cambiar.
El City no cambió, entre otras cosas, por estar acotado por el tema del Fair Play financiero. Y, por si no fuera poco, perdió en calidad. Mientras iba ganando, temporada tras temporada, alguna figurita del álbum emigraba. En principio, parecían fugaz reparables, daños mínimos. Pero, pero, pero… teniendo en cuenta la calidad de jugadores que fue perdiendo (Sterling, Álvarez, Gabriel Jesús, Mahrez, etc.) y que, para el resto de los que quedan el tiempo también pasa, implacable, digamos que el equipo de Pep está metido en un problema de difícil solución, que necesita tiempo y paciencia.
No, señor; no señora. No dejó de ganar porque le falta Rodri. La ausencia del español es una de las razones mas no la única.
La derrota pedagógica
La derrota es pedagógica, enseña más que la victoria. Si uno está dispuesto a aprender, desde luego. La derrota hace que te vuelvas a tus papeles, a que pongan en análisis todo lo que has realizado, las decisiones que has tomado.
Volverán a ganar. Claro. Pero no estarán a la altura de los cuatro, cinco partidos grandes, definitorios de la altísima competencia europea ni local. Eso ya lo sabe Pep, que ya está mirando el horizonte. Por el camino podrán meter algún partido de los importantes, pero no les queda combustible para sostener, considero.
El diseño del futuro City se estará poniendo en trance en lo que resta de esta temporada. Si lo mira bien, no ganar tan a menudo, vuelve a ser la oportunidad de rearmar la plantilla, poner caras nuevas, nuevas dinámicas. Eso ayuda mucho; es el camino. La habitualidad, la cotidianidad cansa también. La plantilla necesita cosas nuevas. No es un capricho de niño rico. El ser humano es así.