La reciente visita a Paraguay del representante de la República Popular China, Xu Wei (vino con propósitos culturales a la cumbre de la UNESCO), generó controversia y críticas, al evidenciar una clara intención de avanzar en la estrategia aislacionista de Pekín hacia Taiwán. Aunque oficialmente el viaje fue presentado como un esfuerzo por fortalecer las relaciones comerciales entre Paraguay y China, los hechos revelan un trasfondo político más oscuro.
Durante su reunión con legisladores en el Congreso Nacional, algunos de los cuales ya fueron señalados por sus viajes a China continental financiados por el régimen de Xi Jinping, Xu Wei subrayó que Paraguay es uno de los pocos países de América Latina que aún no ha establecido relaciones diplomáticas con la República Popular China. En su discurso, el diplomático enfatizó que Paraguay enfrenta dificultades comerciales al depender de intermediarios para acceder al mercado chino, sugiriendo que el reconocimiento de Pekín sería la solución a este supuesto problema.
Sin embargo, el verdadero eje de la visita fue el reiterado respaldo de Xu al principio de «una sola China». Este postulado, promovido por la dictadura del Partido Comunista Chino, exige el reconocimiento exclusivo de Pekín como representante legítimo de toda China, incluyendo Taiwán, una democracia autónoma con la cual Paraguay mantiene una histórica relación diplomática y comercial de casi 7 décadas.
La presión ejercida por Xu Wei pone en evidencia los intereses geopolíticos de Pekín, que busca aislar internacionalmente a Taiwán. Este intento de extorsión diplomática plantea serios desafíos para Paraguay, que enfrenta una decisión clave: mantener su soberanía política y su histórica alianza con Taiwán, o ceder ante las presiones del gigante asiático, comprometiendo sus valores democráticos y su independencia en el escenario internacional.
Las palabras de Xu Wei motivaron un duro comunicado de la Embajada de la República de China (Taiwán) en Paraguay, que rechazó enérgicamente los intentos del representante chino. “La Embajada rechaza enérgicamente lo intentado públicamente por Xu Wei del Ministerio de Relaciones Exteriores de China Popular, infiltrado en Paraguay con propósito desconocido, en socavar la firme amistad entre Paraguay y Taiwán, con la falacia de ‘una sola China’”, señala el comunicado.
La representación taiwanesa reafirmó que la República de China (Taiwán) es un país independiente y soberano, y dejó claro que «ni Xu Wei ni el Ministerio de Relaciones Exteriores de China Popular pueden cambiar esta realidad». Además, subrayó que el régimen comunista chino “no ha representado, y jamás representará a Taiwán”.
Esta polémica pone en evidencia la presión geopolítica ejercida por Pekín para debilitar a Taiwán en el escenario internacional. Paraguay, el único aliado diplomático de Taiwán en América del Sur, enfrenta un delicado desafío: mantener su histórica relación con la democracia taiwanesa o ceder a las presiones del régimen chino, comprometiendo su soberanía política y sus valores democráticos.
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