La vicepresidente de los Estados Unidos y actaul candidata a la presidencia por el Partido Demócrata, Kamala Harris, enfrenta una pérdida significativa de apoyo entre el electorado masculino, que ha comenzado a abandonarla masivamente. Este fenómeno está relacionado con la deriva «woke» y las políticas que muchos hombres perciben como “antimasculinas”, predominantes entre los líderes demócratas, cada vez más radicalizados y alineados con el feminismo radical y la agenda LGBT.
Tradicionalmente, el voto masculino ha sido asociado con el ex presidente Donald Trump, particularmente el hombre blanco y en algunos casos, con una inclinación religiosa. Sin embargo, las encuestas más recientes muestran que el voto masculino, independientemente de raza o afiliación religiosa, está migrando hacia Trump en la actual contienda presidencial.
En especial, ha crecido el apoyo de hombres afroamericanos, con un aumento de 8 puntos en el respaldo a Trump. También se ha observado una tendencia similar entre los hispanos, reflejando una crisis para la campaña de Harris.
En un intento por recuperar el apoyo masculino, el equipo de Harris lanzó un video en redes sociales, argumentando que el verdadero problema es que los hombres no quieren a una mujer como presidenta. Sin embargo, el video ha sido ampliamente criticado, con algunos analistas calificándolo como «el anuncio político más cutre jamás creado».
La pérdida del voto masculino podría tener un impacto importante en las aspiraciones de Harris y el Partido Demócrata en las próximas elecciones, ya que Trump continúa ganando terreno entre un electorado cada vez más descontento con las políticas de la administración actual.