El Tribunal Supremo de Venezuela ha validado la fraudulenta victoria de Nicolás Maduro en las elecciones del 28 de julio, sin presentar las actas de votación y a pesar de las denuncias de la comunidad internacional sobre la falta de transparencia en el proceso electoral.
La Sala Electoral del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de Venezuela, dominada por el chavismo, emitió el fallo este jueves en Caracas, formalizando a Nicolás Maduro como presidente electo en un contexto de desapariciones forzadas de opositores y detenciones arbitrarias de manifestantes que han protestado contra lo que consideran un fraude electoral.
«Esta sala declara en base al peritaje realizado, y con fundamento en el informe elaborado por los expertos nacionales e internacionales, de forma inobjetable, la validez del material electoral peritado y convalida los resultados de la elección presidencial«
La criminalización de la protesta, la persecución de la Oposición y la censura de prensa está desplegada por el chavismo desde hace más de una década, pero en las últimas semanas ello se acrecentó para contener la crisis social, porque desconocen los resultados.
Tal es así que Maduro dijo publicamente, hace unos días, que estaban habilitando dos cárceles de «máxima seguridad» para albergar a los manifestantes, a quienes calificó como «terroristas» y «delincuentes»