El asesinato de este miércoles de Ismail Haniyeh, jefe del ala política de Hamás, en la capital de Irán por obra de un dron certero de las Fuerzas de Defensa de Israel (FID), definitivamente echa más leña al fuego al actual conflicto en Medio Oriente, a través del que se dirimen poder geopolítico el Eje de Resistencia Islámico y Benjamin Netanyahu.
El primer bloque, el Eje de Resistencia Islámico (Hutíes de Yemen, Hamás, Hezbollah, la Yihad Islámica y las milicias chiitas que responden a Irán) libran una batalla terrorista en nombre de su «soberanía territorial milenaria» por supuesto derecho. Mientra que Israel, «ajusticia» al terrorismo en nombre de la legítima defensa de su Estado tras el atentado del 7 de octubre.
Tras el ataque de Israel al líder político de Hamás, al que abatió en la capital de Irán este miercoles, el presidente iraní Masoud Pezeshkian prometió «venganza» y dijo que hará que los «ocupantes terroristas» que mataron a Ismail Haniy «se arrepientan» en nombre de la soberanía iraní.
«La República Islámica de Irán defenderá su integridad territorial, su dignidad, su honra y honor, y hará que los terroristas ocupantes se arrepientan de su cobarde acción«
Ismail Haniya, líder del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás, por su acrónimo en árabe), se encontraba en la capital del país persa tras participar en la investidura de Masoud Pezeshkian, celebrada este martes.
Otra figura de Irán que prometió «un severo castigo» este miércoles contra Israel, es el líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Hoseiní Jameneí. En su discurso dirigido al pueblo palestino, a las fuerzas de resistencia islámica y al clero islámico, catalogó de «criminal y terrorista» al gobierno de Netanyahu.
«Israel martirizó a nuestro querido huésped en nuestra casa y nos entristeció, pero también se preparó un duro castigo«