Imágenes satelitales exhiben la abismal expansión de las bases militares chinas en Cuba, las famosas “estaciones de escuchas electrónicas” para interceptar señales de USA. La agencia Reuters y Wall Street Journal ya habían denunciado tales supuestos centros de espionajes que vienen desplegándose en el territorio americano, tal como en la Patagonia argentina, tras convenios con gobiernos afines ideológicamente.
El diario Wall Street Journal reveló -citando un informe- el descomunal crecimiento de las bases militares chinas en la Isla cubana, además de la construcción de una nueva base en un sitio no informado a tan sólo unos 113 kilómetros (70 millas) de la base Guantánamo (USA).
El estudio del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS), un grupo de expertos con sede en Washington acaba de sacarlo a la luz este martes el Wall Street Journal. El propio diario estadounidense, el año pasado afirmó que China y Cuba pactaron off the record una cooperación en Inteligencia y en Defensa que incluye una instalación en la Isla de entrenamiento militar conjunto, bases militares y un sitio de espionaje telefónico en tal país.
Tal think tank de Washington detectó la construcción de la nueva instalación china destinada a recoger datos de Inteligencia de señales cerca de un barrio cubano llamado El Salao, al este de Santiago.
En un informe publicado el martes, el Centro dijo que analizó datos satelitales y concluyó que la nueva instalación china ha estado en construcción desde 2021. Además, aseguró que en Bejucal, El Salao, Wajay y Calabazar, hay bases militares chinas que interceptarían señales telefónicas.
Según el informe, podrían ser “los lugares más probables que apoyan los esfuerzos de China para espiar a Estados Unidos”, sabiendas que a 110 kilómetros se halla la base estadounidense de Guantánamo.
Hipótesis de espionaje chino
La nueva estructura militar china del El Salao, según se aprecia en las imágenes atelitales, tiene un gran círculo de antenas, llamado conjunto de antenas dispuestas circularmente o CDAA, que permite determinar el origen y la dirección de las señales entrantes de alta frecuencia y que incluso se usó para espiar en la Guerra Fría.
“Una vez operativo, este CDAA servirá como una poderosa herramienta para mejorar el conocimiento del dominio aéreo y marítimo en la región, donde el ejército estadounidense y sus socios internacionales operan regularmente”, dice el informe.
Evidentemente, la proximidad de la Isla con respecto a USA le permitiría a la Inteligencia de China recopilar datos e información secreta: “abriría una importante ventana de inteligencia inaccesible desde el territorio chino”.
Las instalaciones chinas en la isla “también podrían impulsar el uso de las redes de telecomunicaciones por parte de China para espiar a los ciudadanos estadounidenses”, advirtió Leland Lazarus, experto en relaciones entre China y América Latina de la Universidad Internacional de Florida, en declaraciones recogidas por el WSJ.
El Centro también estudió imágenes satelitales de otras instalaciones de recopilación de inteligencia cubanas previamente conocidas en Bejucal, Watao y Calabazar, todas cerca de la capital. La investigación muestra la expansión del equipo de monitoreo espacial en Bejucal y Calabazar, sobre todo cuando Cuba carece de sus propios satélites o de programa espacial soberano.
“Son lugares activos con un conjunto de misiones en evolución”, dijo Matthew Funaiole, investigador del CSIS y autor principal del informe.
El nuevo informe afianza la revelación del año pasado del Wall Street Journal, en la que se divulgó que funcionarios cubanos y chinos estaban evaluando la construcción de una base de espionaje y una instalación de entrenamiento militar chino-cubano en la isla, a cambio del desembolso de un dineral al gobierno cubano.