La sangre derramada del frente de Kiev y de Rusia dada la actual guerra que se libra en Ucrania —en tal jurisdicción que alguna vez fue soviética y tiempo más atrás perteneció a los zares—, lleva a estos bandos contrincantes a evaluar abrirse a negociaciones de paz; de un lado, sin someterse al enemigo invasor, y del otro, con la condición sine qua non de que le reconozcan lo ganado en batalla.
El gran costo que supone para ambas naciones financiar esta guerra (aunque Kiev goza de la ayuda armamentística de la OTAN) llevaron a que el presidente ruso Vladimir Putin esté barajando la posibilidad de detener la contienda con un alto el fuego negociado que reconozca las actuales líneas del campo de batalla, así lo difundió Reuters que dialogó off the record con fuentes rusas de alto rango.
Una de las fuentes rusas, que ha trabajado en el equipo del líder ruso, le habría dicho a Reuters que «Putin puede luchar todo el tiempo que sea necesario, pero Putin también está dispuesto a un alto el fuego, a congelar la guerra».
Ante ello, Reuters le pidió explicaciones al portavoz de Putin, Dmitry Peskov, quien sólo atinó a responder que Putin había dejado en claro en varias ocasiones que el Kremlin estaba abierto al diálogo de paz, diciendo que Rusia no quería “una guerra eterna”.
Otra de las fuentes asegura que no se podría lograr ningún acuerdo con Ucrania mientras Volodymyr Zelensky esté en el poder, a menos que Rusia lo ‘pasé por encima’ y dialogue directamente con Washigton.
Zelensky, en numerosas ocasiones ha dicho que la paz en los términos de Putin es inviable: en el 2022 declaró formalmente «imposible» cualquier conversación con Putin.