No es la primera y seguramente no será la última vez que denunciemos nepotismo en la fiscalía general del Estado. En su momento denunciamos el grotesco “favoritismo” con el hijo de Emiliano Rolón y su comisionamiento a la Itaipú Binacional; también hicimos lo propio con el exmarido y el hijo de la asistente “personal” del FGE, Cristel Favole, pero, al parecer, nunca es suficiente.
Esta vez, se conocieron nuevos nombramientos de familiares de Rolón en dependencias de la fiscalía en Alto Paraná.
En la ciudad de Hernandarias, Emiliano Rolón nombró a su sobrina, Violeta Balmaceda, como asistente administrativa, aunque no es abogada, apenas inicia sus estudios de derecho.
Además de la sobrina, el FGE nombró al novio de Violeta Balmaceda, José Martínez, como chofer ayudante del turno tarde en la misma dependencia.
En resumen, estas prácticas de nepotismo en la fiscalía general del Estado plantean preocupaciones legítimas sobre la igualdad de oportunidades y la imparcialidad en la administración de justicia. La transparencia y la meritocracia son fundamentales para mantener la confianza de la sociedad en las instituciones gubernamentales. Esperamos que estas denuncias sigan siendo un recordatorio constante de la importancia de la ética y la integridad en la función pública, y que se tomen medidas para prevenir futuros casos de nepotismo en la fiscalía y en otras instancias gubernamentales. La rendición de cuentas y el cumplimiento de las normas son esenciales para mantener una sociedad justa y democrática.