Mientras la mayoría de los políticos, oficialistas y opositores, buscan aplicar la estrategia conocida como “reducción de daños”, buscando minimizar el efecto que podría tener en sus figuras la indignación popular por el evento en el Senado donde, entre otros temas, se habló de la hormonización de menores, el único que se atrevió a llamar a las cosas por su nombre fue el senador Gustavo Leite.
“Creo que debería haber sido socializado con los miembros del Congreso previamente, el evento, y el tema a ser tratado. Y si hubiéramos sido prevenidos de antemano hubiéramos expresado nuestra oposición firme”, manifestó a este medio el senador de la ANR.
Y agregó, “Es pública mi posición al respecto de la protección que merecen nuestros niños, que está prevista en el artículo 54 de la Constitución Nacional. La hormonización y el cambio de sexo en niños es un crimen, en mi opinión”.
“Es bueno que se debata, pero no usando la sala de sesiones del Congreso. En esas salas hay diferentes visiones, pero, lo que se debatió, no está previsto en la Constitución Nacional”, continuó Leite.
“Creo que la Senadora González avanzó en su agenda. Y creo, también, que el presidente del Congreso, Beto Ovelar, equivocó su participación y lo que sea que haya firmado sin el ok del pleno”, finalizó.