The New York Times dio a conocer que la investigación que llevaba adelante el Departamento de Justicia (DOJ) contra la Fundación Clinton, abierta en 2017 durante el gobierno de Trump fue cerrada por Biden en sus primeros días como presidente de los Estados Unidos.
La investigación realizada por decenas de agentes del FBI y fiscales federales estaba relacionada con las donaciones que entidades extranjeras hicieron a la Fundación Clinton cuando ella era secretaria de Estado del gobierno de Barack Obama.
El caso estaba centrado en investigar una serie de donaciones que la Fundación Clinton recibió de la empresa americana-canadiense Uranium One mientras la firma era adquirida por la agencia nuclear rusa.
La investigación estaba dividida entre tres grupos de fiscales, uno en Washington D.C., otro en Nueva York, y el tercero en Little Rock, localidad donde el propio Bill Clinton residía cuando se desempeñaba como fiscal general de Arkansas.
Éstos últimos, los fiscales de Little Rock, que fueron los que pidieron que el caso sea cerrado, fueron nombrados por Joe Biden. Tras el pedido, Biden tomó la lapicera y ordenó cerrar todas las investigaciones, entre enero del 2021 y septiembre de ese mismo año, blindando completamente a su aliada política de una investigación federal.