Debido al impedimento que sufren los profesionales de la salud provenientes de la República de China (Taiwán), para participar de la Asamblea anual de la Organización Mundial de la Salud (OMS), éstos decidieron hacerse oír de todos modos y organizaron sus propios eventos donde compartieron sus experiencias y conocimientos.
En dichos eventos, médicos y expertos en salud pública brindaron sus puntos de vista, experiencia y conocimientos no solo a taiwaneses residentes en el extranjero, sino que también médicos y expertos en salud de todo el mundo que se sumaron a la campaña: «Taiwán puede ayudar».
Una asamblea controlada por el Partido Comunista Chino
A pesar de los intentos de la OMS para negar que es China, el Partido Comunista (PCCh) quien controla la Asamblea, dos reporteros con pasaportes de la República de China (Taiwán) que fueron originalmente acreditados para participar, al intentar retirar sus acreditaciones en las oficinas de las Naciones Unidas en Ginebra, se encontraron con que, por presión del PCCh, ya no podrían participar del evento.
El trabajador de la ONU apartó a los dos reporteros fuera de la oficina y les dijo: «Ustedes tienen un pasaporte de Taiwán, y la OMS ya no lo reconoce». Ante el reclamo de los periodistas, el empleado de la ONU agregó que, según las demandas de Beijing, la única forma en que podían ingresar con pasaportes de Taiwán era si también tenían permisos de viaje continentales emitidos por China para residentes de Taiwán.