Según publicó «La Civilta Católica», el Sumo Pontífice de Roma, papa Francisco, quien tiene 86 años de edad y se encuentra en el décimo de su pontificado, ha declarado en la parte final de su viaje apostólico al África, durante una reunión con sacerdotes jesuitas de dicho continente, que «no va a renunciar» al Trono de San Pedro.
«El ministerio del Papa, de los Patriarcas, es un ministerio de por vida (ad vitam). No hay motivo alguno para cuestionarlo. La tradición histórica es importante», afirmó.
Además, el Papa Francisco lanzó unos dardos en contra de su predecesor, el recientemente fallecido Papa Benedicto XVI, diciendo que «lo ocurrido en el año 2012 (la renuncia de Benedicto XVI) no debe convertirse en una tendencia pues es una verdadera ruptura de la tradición; Benedicto tuvo el coraje de hacerlo porque sintió que su salud no lo acompañaba. Yo no tengo planeado hacerlo».
El Pontífice afirmó que es cierto que redactó una carta de «renuncia preventiva» en caso de impedimento grave, pero no tiene planeado utilizarla. Esta carta de «renuncia preventiva», que la entregó al Cardenal Tarcisio Bertone, la han firmado varios Papas anteriores a Francisco como una garantía de protección hacia la Iglesia pero nunca fueron utilizadas. La renuncia de Benedicto XVI fue un acto totalmente distinto a esas «renuncias preventivas».
Ironizando un poco sobre dicha carta de «renuncia preventiva», el Pontífice nacido en Argentina declaró: «sí todos esos rumores y especulaciones fueran ciertos, los Papas renunciarían a los seis meses de ser electos».
Afectado por múltiples problemas de salud intestinales y movilizado en una silla de ruedas, el Papa Francisco desmintió así varios rumores sobre su supuesta inminente renuncia.