Mientras el procurador general del Estado, Wilfredo Chávez, hace referencia a «victimización» y que los obispos serán citados a la Justicia a declarar por los acontecimientos suscitados tras la salida de Evo Morales del poder, la Iglesia publica una memoria de esos hechos acontecidos en 2019
«Todo el mundo sabe que no hubo golpe de Estado, sino un fraude monumental apoyado por instituciones extranjeras y nacionales», expresó monseñor Jesús Juárez, arzobispo emérito de Sucre, en declaraciones reproducidas por Correo del Sur.
Las palabras de Juárez hacen referencia al debate que se ha reavivado en las últimas horas con respecto al proceso que atravesó Bolivia con la salida del expresidente Evo Morales en 2019, herida que aún permanece abierta y cuyos efectos se han mantenido en el tiempo con un gobierno encabezado posteriormente por Jeanine Áñez (condenada a 10 años de prisión en 2022 por «incumplimiento de deberes» y «resoluciones contrarias a la Constitución» tras asumir la presidencia interina) y actualmente con Luis Arce como presidente electo desde noviembre de 2020.
«Victimizarse»
En las últimas horas, quien también se pronunció fue el procurador general del Estado, Wilfredo Chávez, quien afirmó que «los obispos de la Iglesia católica deben comparecer como testigos en el caso “Golpe I” y negó que tengan un fuero especial».
Mientras el vicepresidente de la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB), monseñor Ricardo Centellas, comentó que no recibieron ninguna notificación oficial, pero que en caso de ser citados están dispuestos a acudir, Chávez acusó a los obispos bolivianos de «victimizarse», además de considerar que no tienen fueros (salvo el nuncio apostólico, que tiene rango de embajador como representante del papa Francisco).
«Estas personas están llamadas como testigos, y han hecho una victimización mediática en todo lado diciendo que los estamos investigando, de pobrecitos. Que su conciencia los haga culpables (…) Vamos a volver a presentar el memorial insistiendo en que declaren estas personas, porque es lo correcto, antes de que se cierre esta investigación. No podemos dejar en el limbo o en la oscuridad, como quieren algunos, las muertes que ha habido en los hechos del 2019. Tienen que cerrarse y la mejor forma es ir a testificar», insistió Chávez.
Memoria de lo ocurrido en 2019
Como respuesta a la solicitud hecha por Chávez, de investigar a los obispos por los hechos de 2019 vinculados a la salida de Morales, la Iglesia de Bolivia publicó este 13 de febrero un documento de 25 páginas titulado «Memoria del proceso de pacificación en Bolivia octubre 2019-enero 2020».
«A partir de un diálogo sereno y un intercambio de remembranzas, se construyó esta memoria que relata los hechos más importantes acontecidos desde el 20 de octubre de 2019 hasta el 20 de enero de 2020 en Bolivia, desde la mirada de la Iglesia católica como facilitadora del proceso de diálogo», indica una parte del documento al hacer referencia a los objetivos.
En ese sentido, tal cual declaró recientemente la abogada Susana Inch, asesora legal de la Conferencia Episcopal Boliviana en una entrevista en un medio de radio local (reproduce la web de la Iglesia), «no es la primera vez que se solicita información a la Iglesia y es por ello que se tomó la previsión de hacer una memoria detallada de lo sucedido y los participantes».
Esto, recordó Inch, «para que los hechos no se pierdan y la verdad quede plasmada en un documento que fue público y se mandó a la Santa Sede».
«Se acoge a la idea objetiva de que la Iglesia ha dicho su verdad, la ha puesto por escrito, la ha repetido varias veces y es la misma que va a seguir sosteniendo en todo momento. Lo que ha buscado la Iglesia, no solo en esta ocasión en muchísimas ocasiones, ha sido procurar diálogo y que el diálogo llegue a la paz, que las cosas se resuelvan sin derramamiento de sangre, lo hizo muchísimo antes, varios años antes, en diferentes momentos conflictivos del país», agregó Inch.
Ver documento completo publicado por la Iglesia de Bolivia aquí
¿Tras los pasos de Nicaragua?
En tanto, mientras se suma este nuevo capítulo vinculado a la Iglesia en Bolivia, desde filas de la oposición, tal cual recuerdan también medios como El Deber, algunos entienden que «el Gobierno quiere parecerse a Nicaragua, donde procesaron a los miembros de la Iglesia» (el caso más notorio tras la reciente liberación de 222 presos políticos es la condena a 26 años de prisión al obispo de la diócesis de Matagalpa, monseñor Rolando Álvarez, figura que ha motivado intensa oración a nivel latinoamericano y mundial).