El día de ayer por la noche en el aparato de propaganda de la Concertación, es decir, el programa “Políticamente Yncorrecto” conducido por Luís Bareiro, quien invitó por enésima vez a Efraín Alegre junto a Soledad Núñez, la dupla presidencial por el conglomerado socialista autodenominado “Concertación”, vale decir, una muy burda imitación de la versión opositora en los tiempos de la recién democracia chilena post-pinochetista.
Ahora bien, Ud. se preguntará ¿qué hace Reyes escribiendo o comentando sobre política interna siendo que es un especialista en relaciones internacionales? Justamente por ello, hoy abordaré la dimensión diplomática, pero mirando desde casa, es decir, la propuesta en materia de política exterior que hace la dupla de la Concertación respecto a un tema que está inserto en uno de los nudos gordianos de la política internacional: el statu quo de la República de China (Taiwán) y la República Popular de China (RPC).
Antes de escudriñar sobre el aspecto medular de la discusión, no puedo pasar por alto hacer una breve apreciación sobre los planteamientos realizados por el candidato presidencial Alegre, a quien Bareiro le pidió “cuatro propuestas” que su candidatura le ofrece a los electores paraguayos, ergo, al país. Debo confesar que la respuesta de Alegre no me sorprendió, pues, más allá de su evidente desorden y absoluta falta de claridad de las mismas, simplemente no fue capaz de completar ese mínimo de 4 propuestas que le pidió el muy laxo periodista que lo interpelaba.
Alegre apenas mencionó dentro de sus propuestas, “la política energética” y que meramente adjetivó de “desarrollista” y de reducir la tarifa de la ANDE, aunque jamás explicó ni mínimamente en qué consistiría ésta ni cómo la implementaría. Siguió refiriéndose a la “política del campo”, donde prometió que intervendría el INDERT. Luego, añadió que “la primera política es combatir y derrotar la mafia”. Notable su claridad.
En crudo, Alegre carece de una sólida propuesta programática nacional, por tanto, es un aventurero de la política que irresponsablemente improvisa a diario con un deshilvanado y desordenado discurso que resulta extremadamente vacuo, eso sí, adornado con expresiones retóricas estándar con matices de nacionalismo, pero básicamente, su discurso es un mero ataque personal contra el partido Colorado y algunos representantes de éste.
En ese contexto abordaron la materia diplomática, Bareiro le pregunta concretamente a Alegre: “¿China o Taiwán, vos tenés una posición?” A lo que éste respondió: “sí, ¡histórica! Yo soy crítico a nuestras relaciones con Taiwán, yo creo que Taiwán tiene que hacer mucho más por lo que significa Paraguay para China y sus relaciones. Las relaciones no tienen un contenido ideológico, como se quiere plantear, nosotros debemos tener relaciones con aquellos países que mejor convengan a los intereses del pueblo paraguayo (…) Yo creo que es un tema que lo tenemos que revisar, lo estamos evaluando y tenemos que tomar una decisión en su momento. Creo que China continental es también una oportunidad, lo tenemos que ver”.
Bareiro le replicó: “¿no es que vos asumís y al otro día se rompen relaciones con Taiwán?”, a lo que responde Alegre: “no, lo que nosotros decimos con mucha claridad, nosotros las relaciones en las condiciones actuales con Taiwán no van a continuar, eso sí, categóricamente. Tenemos que generar nuevas condiciones, nosotros vamos a tener relaciones con aquellos países que nos ofrezcan mejores condiciones en el comercio, que producto de esas relaciones sean beneficiosas para nosotros. Desde luego que hay también una política internacional que dentro del cual tenemos que tomar decisiones, yo no te discuto eso, pero, nosotros necesitamos respuestas (…) acordes a la que nosotros le estamos dando a ellos. Entonces, es un tema que estamos analizando, lo estamos evaluando y en su momento vamos a poner a poner a consideración del equipo y de la opinión pública”.
En conclusión y a la luz de las recientes declaraciones de Alegre respecto a la disyuntiva Taiwán o China continental, debo señalar que me surgen dos hipótesis: la primera que medio de su desorden y la ausencia de plan de gobierno, evidentemente aún no ha tomado una decisión con respecto a Taiwán y; una segunda hipótesis, aunque también muy válida, consiste en que efectivamente ya tiene una posición tomada y esa es la ruptura de relaciones diplomáticas con Taiwán para establecerlas con China, pero tácticamente se abstiene de hacerla pública para evitar rechazos o friccionar con algunos sectores que apoyan en la coalición. En todo caso, sólo el tiempo terminará revelando la verdadera posición de Alegre, aunque creo que, en este sensible tema de la política exterior paraguaya, el abanderado de la Concertación apostará por continuar en la ambigüedad y la indefinición, que es lo que lo caracteriza.