Aunque Francia también fue casi homogénea en un momento si no fuera por Antoine Griezmann y el arquero su capitán, par de blanquitos estos. Que no se diga negros del resto porque seguro alguien se ofende aunque no tenga mucho sentido ya que los blancos no nos enojamos porque nos llaman así cuando en verdad somos rosaditos y los otros varían en distintos tonos de marrón. ¿No es cierto?
La selección de Ghana por su parte fue totalmente homogénea durante el mundial pero no se sintió manifestación alguna del órgano oficial de la dictadura norteamericana -el Washington Post- por su falta de diversidad como si acusaran a los argentinos.Que grotesca hipocresía.
Podría decirse que la final fue entre Argentina y Argelia, ex colonia francesa, y no pasó nada. Al menos si creemos lo que vemos y no viene nadie a decirte cómo tienes que pensar lo que ves.
Con lo de blancos y negros, nosotros y los ghaneses por ejemplo, sucede algo muy particular que es similar a lo que pasa con los términos machísmo y feminísmo, hay un gran cinismo. El primero se usa en forma peyorativa y el segundo como algo virtuoso que no lo es, obviamente, desde el momento que tiene una carga discriminatoria hacia el otro género. En el segundo caso decir negro suena mal pero decir blanco no, por Dios que boludez, y en esa estamos.
Siempre fuí hincha de los Pumas, selección de rugby argentina, hasta que me volví fanático. Esto se debió a que los tarados globalistas intentaron imponer una campaña contra todo tipo de racismo en el ámbito del rudo deporte de caballeros que siempre fue diverso y multiétnico por naturaleza desde su origen allá por el siglo 19. Es imposible concebir al mejor equipo de la historia -los «All Blacks» de Nueva Zelanda- sin maoríes y arios jugando juntos asi como el actual campeón mundial los «Springboks» de Sudáfrica sin blancos y negros en conjunto. Siya Colisi su capitán es de los marrones bien oscuros y el medio-scrum que juega a su lado parace un gnomo ario tipo nazi comprimido. Creo que fue la campaña más estúpida y ridícula que vi en mi vida. Claro que no prosperó, no duró, fue como llover sobre mojado, una total pelotudez.
El tema es que me volví fanático como reacción a ella porque los Pumas siempre fueron todos blancos, la mayoría de suburbios de clase alta de la Capital Federal (tecnicamente municipios de la provincia de Buenos Aires) como el de San Isidro cuando no hidalgos rurales venidos del interior. Sin duda, este seleccionado en particular es una excepción en el mundo del rugby que nos llevaría bastante espacio explicar por qué. Como consecuencia de la campaña más imbécil de la historia, no perdí oportunidad en todo este año en «Escuela Pyhare» por radio Ysapy, tres horas de lunes a viernes por las noches, en resaltarlo. O sea, los Pumas como equipo homogéneo, conformado solo por blancos de clase alta y sin acento vairo porteño. Chupáte esa mandarina groncho.
A todo esto resulta muy irónico que los apodos más comunes entre los argentinas sean el de «negro» y «negra» cuando que no los hay practicamente en todo su territorio nacional.
Otra cosa que siempre se dijo de ellos es que no son patriotas porque son una mezcla muy diversa de muchas nacionalidades, las cuales, llegaron al país del viejo continente como lo explicó «brillantemente» su actual presidente al decir que vinieron todos en barco. ¿Nosé cómo podrían haberlo hecho de otra manera, faltaba como 300 años para que se invente el avión o el submarino.
Una anéctoda, me llamó el «Negro» Maciel que se crió en la argentina y habla como curepa aunque es paraguasho. Es bien morocho y quería ir a la calle Palma a celebrar el título mundial conmigo ya que yo también pasé mucho tiempo asha, ¿viste?. Le dije que no porque nadie iba a creer que él es argentino si no francés porque es más oscuro que Mbappe.
«Si pero no soy puto» me contestó.
De cualquier manera ya estuvo un paraguayito bien negrito en la copa de Qatar, nada más y nada menos que el «kure’rai» Ronaldhino, con aka’pichororí y todo.
Por eso estoy contento que ganó Argentina, no por Messi ni por sudamericanos o porque lo merecían como equipo, si no por ser todos blancos. Un detalle muy especial de ellos, se puede observar tanto en el fútbol como en el rugby cuando cualquiera de los jugadores se refiere a su familia, no dicen mi señora por la esposa si no mi mujer. ¡Machos dijo la partera carajo!
¡Viva el patriarcado, la homogeneidad y la libertad!
¡Vive la France y el gran pueblo argentino Salud!