Elon Musk, dueño de Twitter, desató una nueva controversia este viernes al revelar el papel que tuvo esta red social para “suprimir” una nota sobre Hunter Biden, hijo del actual presidente estadunidense Joe Biden, semanas antes de las elecciones presidenciales de 2020.
En octubre de ese año, el periódico The New York Post publicó una nota basada en correos electrónicos presuntamente obtenidos de una computadora portátil que Hunter Biden, el hijo entonces candidato presidencial demócrata, supuestamente había dejado para su reparación en un taller de Delaware en abril de 2019.
Según la investigación periodística, Hunter Biden presentó en 2015 a su padre a un alto ejecutivo de una empresa de energía ucraniana, menos de un año antes de que el propio Joe Biden –en ese entonces vicepresidente de Estados Unidos– presionara a funcionarios gubernamentales en Ucrania para que despidieran a un fiscal que estaba investigando justo a esa empresa, lo que implicaría un conflicto de interés.
Según la revelación de este viernes, antiguos directivos de Twitter contribuyeron a disminuir el impacto de esa historia en esa red social, incluso sin informar de ello a su entonces director, Jack Dorsey, con el fin de no perjudicar las posibilidades de los demócratas en la elección de 2020, en la que Biden compitió con el presidente Donald Trump.
Aunque Elon Musk había anticipado que él daría a conocer las revelaciones de porqué la red social censuró la historia, lo que hizo Elon Musk fue retuitear las revelaciones del periodista Matthew “Matt” Taibbi, tituladas “Twitter Files”, las que acompañó con iconos de bolsas de palomitas de maíz.
«Lo que está a punto de leer es la primera entrega de una serie, basada en miles de documentos internos obtenidos por fuentes en Twitter«, dice Taibbi en el arranque de su hilo.
Taibbi reseña que algunas herramientas tecnológicas originalmente diseñadas para moderar la conversación en Twitter con el fin de combatir el spam y las estafas electrónicas comenzaron a ser utilizadas con fines políticos, “primero un poco, luego más a menudo, después constantemente”.
«Para 2020, las solicitudes de actores conectados para eliminar tuits se volvieron una rutina. Un ejecutivo le escribía a otro: ‘Más para revisar del equipo de Biden’. A la solicitud se le respondía como: ‘Manejado'».
Taibbi compartió una captura de pantalla de enlaces a tuits que supuestamente el equipo de Biden quería eliminar.
“Ambas partes tenían acceso a estas herramientas. Por ejemplo, en 2020, se recibieron y cumplieron solicitudes tanto de la Casa Blanca de Trump como de la campaña de Biden. Sin embargo… este sistema no estaba equilibrado”, escribió Taibbi. «Se basó en los contactos. Debido a que Twitter estaba y está abrumadoramente integrado por personas de una orientación política, había más canales, más formas de quejarse abiertas a la izquierda (bueno, a los demócratas) que a la derecha».
«La decisión se tomó en los niveles más altos de la empresa, pero sin el conocimiento del director ejecutivo Jack Dorsey, con la hoy exjefa de asuntos legales, políticas y fideicomisos Vijaya Gadde desempeñando un papel clave», relató el reportero.
Gadde fue una de las primeras ejecutivas de Twitter despedidas por Musk una vez que éste tomó el control de la empresa. Ella fue la responsable también de suspender la cuenta de Donald Trump.
Elon Musk prometió que este sábado habrá «segunda parte».