En una acción simbólica que en realidad no tuvo el efecto esperado, una quincena de activistas del movimiento ambientalista “Rebelión científica” se pegaron al piso del museo de la marca de autos Porsche, ubicado en Wolfsburg, Alemania. ¿Su objetivo? Exigir la descarbonización del sector automotriz al otro lado del Rin.
Sin embargo, la acción no tuvo el efecto deseado. El dueño del lugar no parecía particularmente inclinado a escuchar el discurso de los activistas a favor del clima. Al contrario, incluso después de haberlos ignorado, simplemente abandonó el local con sus empleados, dejando a las diez personas sin calefacción ni luz.
El encargado del museo no volvió al sitio hasta el día siguiente. En ese momento, no se mostró más atento. El hombre finalmente decidió avisar a la policía, que procedió a detener a los activistas. En total, los individuos permanecieron atrapados al pie de los vehículos durante 42 horas.
En la misma red social, Gianluca Grimalda lamentó el comportamiento de la firma alemana, sobre todo porque, según él, estaba en juego su salud por los coágulos de sangre en las manos que amenazan su vida.