En sintonía con la ola de ataques a diferentes museos, dos activistas ambientales pegaron sus manos en un cuadro de Pablo Picasso expuesto en un museo de Melbourne, para hacer una llamada de atención sobre la crisis climática.
Luego de quitar el pegamento que unía las manos de los manifestantes con la cubierta que protege la obra, arrestó a los dos activistas, de 59 y 49 años, del grupo Extinction Rebellion y a otra persona que les ayudó, recoge el canal público australiano ABC.
Durante la protesta, los activistas desplegaron frente a el Cuadro «Masacre en Corea» una pancarta que decía: “Caos climático = guerra + hambruna”.