En China, los confinamientos por COVID-19 en un contexto de débiles datos manufactureros, desinflaron las esperanzas de que el estímulo y el gasto reactivaran la 2° mayor economía del mundo.
China Beige Book International (CBBI) advirtió que se encuentra equivocado el mercado con su optimismo acerca de una recuperación.
La producción fabril y los nuevos pedidos se desaceleraron a un ritmo que no se observaba desde mediados de 2020, y el empleo en el sector minorista fue el peor en más de 2 años, según la última encuesta de CBBI, un proveedor de datos económicos. El crecimiento de los ingresos de los fabricantes y minoristas se deterioró, lo que redujo las ganancias.
Importantes líderes han apuntado a una reducción del objetivo oficial de crecimiento para 2022 del 5,5%.
Las solicitudes de préstamos de los minoristas aumentaron porque las empresas tuvieron dificultades. También pagaron una tasa de interés mucho más alta, según la encuesta.
Y todo esto sucede cuando Xi Jinping intenta renovar su mandato como secretario general del Partido Comunista Chino, algo indispensable para mantener su Presidencia del país.
Estos datos son importantes para ir a un texto de Craig Singleton, especialista en China en la Fundación para la Defensa de las Democracias, publicado en Foreign Policy: