El lunes se vaciaron las calles y se ordenó a la población permanecer en interiores en algunas partes de Taiwán, incluida su capital, Taipéi, para realizar un ejercicio antiaéreo, en un momento en que la isla se prepara para un posible ataque chino.
Las sirenas sonaron a la 1:30 p.m. (0530 GMT) para los simulacros de evacuación obligatoria de las calles, que impusieron el confinamiento de pueblos y ciudades en el norte de Taiwán durante 30 minutos. Se envió por mensaje de texto una “alerta de misiles”, pidiendo a la gente que se pusiera a salvo inmediatamente.
“Es necesario hacer preparativos en caso de guerra”, dijo el alcalde de Taipéi, Ko Wen-je, en un discurso tras supervisar los simulacros del ejercicio denominado Wan An, que significa paz eterna.