Este muchacho de la mitología griega logró escapar de su cautiverio gracias al ingenio de su padre, el inventor Dédalo, quien fabricó un par de alas enlazando plumas entre sí uniendo con hilo las centrales y con cera las laterales y le dio al conjunto la suave curvatura de las alas de un pájaro y un consejo fundamental para su uso; no volar tan alto para que el sol no derrita la cera y tampoco tan bajo para que la espuma del mar no las moje y caiga por el peso. La trama de este cuento la pueden buscar en la red así ahorramos tiempo y espacio.
El que necesita información para saber lo que pasa no entiende nada y está sujeto a que se le desinforme con la información fabricada, editada y falsa, finalmente va a creer cualquier cosa. Esto sucede hoy día frecuentemente, por eso la sentencia de Noam Chomsky describe dicha situación a la perfección: «La población en general no sabe lo que pasa, es más, ni siquiera sabe que no sabe», en gran parte por culpa de los medios masivos de desinformación ya que no publican lo que es importante para la sociedad, cuando no son mentiras son estupideces, venden el silencio, son maquinarias extorsivas.
Según Abraham Lincoln es imposible distinguir el bien del mal sin haber leído la Biblia, por ende, decir qué es correcto o incorrecto sin conocerla, como es costumbre hoy en las mayorías, es cualquier cosa cuanto menos, como lo políticamente correcto, por ejemplo, ya prácticamente en desuso por suerte.
Ahora bien, lo que sí podría distinguirse sin tanto conocimiento bíblico es cuando alguna cosa o asunto es verdadero o falso, algo que tampoco se practica mucho últimamente y prueba de ello es que hay gente tarada que se percibe como cualquier cosa y otros más tarados que lo aceptan. Estos son los chorlitos formados bajo los demenciales paradigmas creados por psicópatas que fungen de ingenieros sociales en sus mesas de dibujo, principalmente en la Organización de Nazis Unidos u Organización Mundial Satánica, ONU y OMS respectivamente.
¿Qué tiene que ver todo esto con Ícaro? Esperá.
La guerra falsa
La guerra contra las drogas es una diseñada para nunca acabar que tiene un alto contenido de espectáculo y de víctimas inocentes, aun los que las trafican y obviamente los que la diseñaron y mandan a aplicar el mismo formato represor con sus aliados son los verdaderos responsables de las nefastas consecuencias que produce. Nadie puede discutir que «el objetivo de la guerra es la victoria, no una prolongada indefinición» como lo dijo el General Douglas Mc Arthur nada más y nada menos. El epítome de esto fue la Guerra de los 6 días en junio de 1967, quizás la victoria más espectacular en los tiempos modernos cuando el ejército israelí derrotó a la triple alianza en su contra conformada por Egipto, Jordania y Siria en menos de una semana. ¿Qué tul?
Unimos la sentencia del famoso y admirado militar estadounidense con la del genio Albert Einstein: «Recorrer siempre el mismo camino y esperar un resultado distinto es la perfecta definición de la locura».
Por lo visto esta demencial y artificial guerra contra las drogas quiere romper con el proverbio «no hay guerra que dure cien años» porque ya superó a la «Guerra de los 30 años».
Algún día todos los responsables, uno a uno, deberían arder a fuego lento en el horno de Giuzzio que justamente se compró para quemar la panacea medicinal que Dios puso en la tierra y crece muy bien en el Paraguay: el cannabis.
Todo está equivocado partiendo de la falsa premisa que esto es una guerra, una lucha contra el crimen organizado (el mismo cuco de siempre) y que el Estado debe defendernos combatiendo a los narcotraficantes. Feroz bolaterapia, encima, Marito el burrito, fue el que lo dijo también, el mismo pelotúdo que primerito condenó la acción militar rusa que tiene sobradas razones para la guerra. Pero su estupidez no tiene límites ya que luego del asesinato de Vita Aranda dijo que había que acostumbrarse a convivir con los narcos. Unir con flechas, o sea, redoblar esfuerzos luego del crimen de Pecci pero acostumbrarse a convivir con los narcos luego del crimen de Vita. Hay que tener en cuenta que el asno es un chirolita en este tema y a la vez un títere, por eso no sabe lo que dice y se contradice, pero ustedes pueden darse cuenta de lo que sucede a raíz de lo que les acabo de explicar. Una guerra falsa diseñada para nunca acabar por lo que dijo Einstein, siempre recorriendo el mismo camino -la penalización y consecuente represión- pretendiendo un resultado distinto, nunca sucederá, ni aunque pasen 1000 años. ¿Entonces, por qué la siguen? pregunta el estúpido, para que nunca acabe es la respuesta.
Una de las razones es que le da al Estado, cual es el verdadero crimen organizado, institucionalizado y legalizado además, excusas para abusar permanentemente de su poder y permitir que otros, mas poderosos, intervengan en nuestros asuntos.
Tostado Félix, lugarteniente de el Azul, jefe del famoso cartel de Sinaloa afirmó: «No hay narcotráfico sin gobierno, sin Estado, los dos operan juntos», o sea, se retroalimentan. Totalmente. ¿Por qué no escribió un libro al respecto ya que estaba preso y tenía mucho tiempo? Porque prefirió suicidarse en su celda con los cordones de sus championes ya que no tenía galletitas para cortarse las venas. Recordemos el caso del periodista Harry Webb, del Sacramento Bee de California, quien probó acabadamente en su investigación como la CIA distribuyó crack en Los Ángeles mediante narcos locales. Tiempo después lo encontraron suicidado en su casa con dos tiros en la cabeza, imaginen, ¡dos tiros!, Como lo habrá hecho sigue siendo un misterio para los estudiosos del más allá y la cuarta dimensión. Gracias a él, por lo menos, la CIA lleva el apodo de «Cocaine International Agency», Agencia Internacional de Cocaína que de seguro lo es entre otros asuntos que le ocupa como derrocar gobiernos solventando golpes e imponiendo marionetas que acepten este terrorífico reality show llamado «Narcotráfico». Aquí lo tuvieron a Drogacio y ahora a Marito, según parte de la prensa local, ambos gobiernos vinculados al narcotráfico por ser colorados, que ironía, ¿no les parece? Pero el show debe continuar.
Siempre lo mismo, desde el sonado caso de el general Rosa Rodríguez y el narquito negrito rapay de Sanber quien tenía una libreta con números telefónicos, de putas y factureras claro, pero el primero era del jefe de la DEA aquí en Bolaguay cuando eso. ¿Van entendiendo?
Entonces, !¿qué lo que pasa aquí ehhh?!
¿Fue el fiscal Marcelo Pecci un chorlito, un pato de la boda, una prenda de negociación o fue como Ícaro?, ya que si volaba muy bajo iba a caer por no hacer bien su trabajo como Giuzzio pero al volar muy alto sus alas se quemaron por llegar cerca del sol. Por lo visto, hay que mantener el vuelo a media altura nomás para sobrevivir en ese mundo. Cuidado, no se empachen con tanto caviar.
Colombia
Amén de toda su belleza natural, historia, ciudades, el café y sus mujeres, es un país vasallo, entregado, desgraciado, un protectorado gringo de lo más soez con gobiernos digitados sin legitimidad ni dignidad, menos aún patriotismo. Para que Pablo Escobar y los «no extraditables» hayan sido los últimos patriotas les da la pauta de su situación. Infestados de milicos y armamento yankee, lleno de asesores, agentes, como hormigas, tiene un ejército de 200.000 hombres solo comparado al del Brasil, de manera que todo lo que allá sucede está controlado y por ende consentido.
Sumar el «Plan Colombia» diseñado en Washington que consiste en otorgarle 2 billones de dólares (dos mil millones) anuales al gobierno del país cafetero como ayuda para esta maldita guerra contra las drogas como si fuera el frente de combate. Con esa ayuda ¿Cuál es el gobierno que va a querer acabar con la guerra? ¡por favor! Y ese es el verdadero objetivo, que nunca termine para mantener bien alto el precio de la cocaína y obtener en negro pingues ganancias que se reparten los narcos, los gringos y los colombianos y recuperan con creces lo presupuestado para «la lucha contra el flagelo» que queda como un monto casi insignificante. Esta es la noria que no debe parar, por eso el show debe continuar y cuanto más muertos mejor, si son inocentes más aún y si es un fiscal antidrogas de alto vuelo ni que decir, es un sacrificio que le da mucha credibilidad al reality show y permite eliminar a la vez a los Ícaros mediante los sicarios. ¡Aitá!
La Solución
Es única y muy sencilla, tan simple que cuesta creerlo ya que el sentido común está hoy día cuasi ausente por toda esta situación creada por los medios de desinformación. Lo vengo explicando hace más de 30 años. La despenalización, legalización, descriminalización, liberación o como puta quieran llamarle es la única solución. La alternativa es la despenalización de toditas las llamadas drogas y san se acabó. ¡La puta! ¿Cómo algo tan sencillo de ver, entender y razonar no genera ninguna grieta entre los represores? Pues por que los productores y actores del show no quieren acabar, son billones en juego, dejate de joder, y bueno, a alguien le va a tocar quedarse sin sentar cada vez que la música va a parar cuando alguien se pone a disparar. Son las reglas del juego y sobre el riesgo está la ganancia o la muerte.
Todos los detalles de esta historia del horrendo crimen del fiscal Marcelo Pecci ya lo habrán consumido por doquier, a gran escala como en las telenovelas, todo lo que se ve y se escucha en la ruidosa superficie, la comidilla, los rumores, los sotovoches y demás yerbas no hacen al fondo de la cuestión, solo alimentan el show, a mi no me interesa toda esa chusma. Esto no es una guerra, es una puesta en escena que sin embargo cobra tantas o más víctimas que una guerra convencional. Pero, como dijo el presidente prepucio, hay que acostumbrarse a convivir con ello porque él no quiere que termine el teatro del cual forma parte también.
Happy monday everybody