Dos días después de las elecciones húngaras que otorgaron otra rotunda victoria a Viktor Orbán, la Comisión Europea anuncia su intención de activar el llamado mecanismo de condicionalidad para sancionar a Budapest por «violar los valores básicos de la Unión Europea».
El Ejecutivo de la Unión Europea da por primera vez el paso de poner en marcha el reglamento comunitario que permite, desde el 1 de enero de 2021, suspender los fondos europeos.
Gergely Gulyas, jefe de gabinete del primer ministro Orbán, ha reaccionado al anuncio acusando a la Comisión Europea de “cantar la misma melodía que la izquierda húngara” y le ha reclamado “que no castigue a los votantes húngaros por no expresar una opinión a gusto de Bruselas en las elecciones del domingo”.