Es de público conocimiento que el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, pactó con las pandillas denominadas «Maras» y, a través del flujo de dinero las mantuvo a «raya» desde que asumió la presidencia.
En las últimas 48 hs. ese pacto entre Bukele y las «maras» se rompió y desató una sangrienta ola de asesinatos, solo el día de ayer se sumaron 62 asesinatos y 3 desapariciones a las 14 muertes del día viernes.
El mensaje que habrían recibido los líderes de las diferentes facciones de la pandilla salvadoreña fue «Válvulas abiertas».
Según analistas, estas jornadas violentas buscan desestabilizar al gobierno de Nayib Bukele, quien solicitó a la Asamblea Legislativa decretar estado de excepción, lo cual supone una limitación de garantías fundamentales como la libre movilidad o de reunión.