El 7 de diciembre pasado, pocos días después del tercer Foro China-Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), la Cancillería china dio a conocer el Plan de Acción Conjunto China-CELAC 2022-2024. Estableció los planes de Pekín para expandir la cooperación en una variedad de áreas, incluida la defensa, las finanzas, el comercio, la salud pública y los intercambios culturales.
Se trata de una política diplomática ejecutada por la nación asiática desde hace alrededor de 20 años en América Latina y el Caribe (y en otras partes del mundo) con la que ha ampliado su influencia en el planeta.
Parte de la cooperación consiste en la financiación de obras de infraestructura a cambio de que sean ejecutadas por empresas chinas. Pero varios proyectos han tenido problemas previos y posteriores a su ejecución en países de América Latina y caribeños.
Dificultades por doquier
Un ejemplo es Bolivia, cuyos gobiernos han rescindido a lo largo de los años los contratos de numerosas empresas chinas por incumplimiento de proyectos de infraestructura; esto incluye la expulsión de Beijing Urban del aeropuerto Viru Viru de Santa Cruz y la rescisión de los contratos de China Railway Road y CAMC Engineering para construir una línea de ferrocarril de Montero a Bulo Bulo.
En Guyana, el ministro de Obras Públicas denegó una solicitud de China Harbour Engineering Company para extender el tiempo de finalización de una mejora del Aeropuerto Internacional Cheddi Jagan. Este proyecto de 150 millones de dólares permanece incompleto después de más de una década de su inicio debido a diversas preocupaciones sobre la mano de obra y otros problemas técnicos, aunque se espera que esté completo en un 65 o 70 % para fin de 2022.
Así mismo, la repentina finalización de un millonario proyecto para la construcción de 5.000 viviendas en Trinidad y Tobago a cargo de China Gezhouba Group International Engineering Company y Housing Development Corporation en 2019, destacó la falta de transparencia en la adjudicación del contrato y “concesiones demasiado generosas a la empresa china”, según la Red Caribeña de Periodismo de Investigación. (LAG)
Problemas en Ecuador
Ecuador afronta problemas con la hidroeléctrica Coca Codo Sinclair debido a la regresión progresiva del río Coca y sus afluentes, que amenaza la obra. La construcción estuvo a cargo de la empresa china Sinohydro. En la ejecución no se tomaron en cuenta estudios de 1992 que daban cuenta del riesgo de erosión al afectar el suministro de agua del río. Además, la Contraloría halló más de 7 mil grietas en los distribuidores de la presa.
Además, el Estado multó a China Water and Electric por incumplimiento de los compromisos contractuales en la represa Toachi-Pilaton y removió a China National Electric Equipment Corporation del proyecto hidroeléctrico Quijos por no completar el trabajo. (LAG)