Días pasados se conoció la renuncia de 3 Guardias Suizos (la guardia personal del papa en el Vaticano) tras negarse a cumplir con el mandato de recibir la vacuna contra la COVID-19, mientras que otros tres guardias han sido suspendidos hasta que estén completamente vacunados.
Hoy, otro guardia, Pierre-André Udressy, arremetió contra el papa Francisco y, antes de renunciar, afirmó que: “como católico que sigue el magisterio, tengo el deber de luchar contra los mandatos de vacunación en el Vaticano”.
Según las nuevas normas, los católicos que van a Misa o a confesarse a la Basílica de San Pedro u otras iglesias en territorio del Vaticano, no necesitan el green pass.