Durante la semana pasada y lo que va ésta, han tenido lugar dos Cumbres internacionales, la VI de la CELAC que tuvo lugar en México y 76° Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas que aún está en desarrollo en la sede del organismo en la cosmopolita Manhattan de la ciudad de Nueva York.
En lo que respecta a la primera, recordemos que dicho organismo fue un bodrio desde su inicio y fue producto de las ideas y dinero de Hugo Chávez para crear un club para-diplomático donde pudiera participar Cuba y su gobierno naco-tiránico y desde ese foro supuestamente “Latinoamericanista” unir fuerzas para atacar a los EEUU y la OEA, organismo al que irrespetuosamente el chavismo suele llamar peyorativamente “Ministerio de Colinas”, procurando así dejar en entredicho la soberanía de cada Estado parte frente a EEUU.
Esta cumbre de la CELAC la reavivó el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, quien ha asumido una suerte de liderazgo de la izquierda latinoamericana tras los vacíos dejado primero por la muerte de Hugo Chávez, el marcado aislamiento y rechazo internacional de Nicolás Maduro, la llegada al poder de Jair Bolsonaro en Brasil, misma cosa en Ecuador primero con Lenin Moreno y seguido ahora con Guillermo Lasso, más el desprestigiado gobierno del presidente con bigotes de mariachi, Alberto Fernández y el recrudecimiento del autoritarismo en Nicaragua con Daniel Ortega.
En crudo, con los enormes vacíos de Argentina, Brasil y Venezuela, sólo quedó la vacante para ser ocupada por el Presidente AMLO, quien realmente terminó fracasando en su intento por liderar la comunidad latinoamericana, primero tras el retiro de Brasil de la apéndice del Foro de Sao Paulo y del Grupo de Puebla, es decir, de la CELAC; segundo dos líderes miembros de esos foros criminales izquierdistas están peleados, nos referimos a los casos de Argentina y Nicaragua, pues, Ortega se molestó con Fernández por sus críticas tras el arresto de líderes opositores, a lo que se sumó el último fracaso de AMLO al intentar que se firmara una Declaración en la cual la CELAC solicitara a EEUU.
Pero no todo quedó allí, lo peor fue que tras el vano esfuerzo de AMLO para obligar a los presidentes presentes reconocieran al narco-tirano de Maduro como Presidente de Venezuela, también fracasó, primero porque el mandatario de Colombia Iván Duque no fue y, elevando la apuesta los mandatarios de Paraguay Mario Abdo y Luís Lacalle se refirieron contra Maduro. En crudo, el mandatario AMLO fracasó en toda la línea.
Por si fuera poco, la agenda diplomática mundial no ha termina, se suma la larga y casi aburrida reunión anual de la Asamblea General de la ONU, la novedad de este año fue la primera comparecencia del vapuleado mandatario estadounidense, Joe Biden quien viene de un breve, pero bien cargado en catástrofes políticas su gobierno, comenzando por la crisis fronteriza con México, el desastre de Afganistán y la más reciente traición a Francia, donde literalmente EEUU le robó un millonario contrato a Francia para proveer de submarinos a propulsión nuclear a Austria.
Biden, sin duda luce como un Presidente desdibujado y lo que es peor para la propia seguridad estratégica de EEUU, desconectado de la realidad. En su aburrida alocución de Biden, se refirió a un mundo idílico que sólo existe en las mentes de los más soñadores y pacifistas idealistas, subrayó ya la diplomacia será la mayor herramienta que empleará su nación para avanzar en la solución de los grandes problemas globales que afectan al mundo de hoy. Con ello, Biden olvida que China y Rusia están a toda máquina uniendo esfuerzos para descolgar a EEUU y erigirse como las grandes potencias hegemónicas, con lo cual, será el fin de la era de los valores democráticos y demás tradiciones del mundo occidental.
Finalmente, no puedo cerrar estas líneas sin felicitar las corajudas intervenciones de dos mandatarios valientes, que sin duda sorprendieron por la claridad y contundencia de sus afirmaciones. El primero de ellos Iván Duque de Colombia que sin ningún tipo del clásico refinado lenguaje diplomático llamó al usurpador régimen venezolano de “narco-dictadura” y; el segundo fue nuevamente el mandatario uruguayo Luís Lacalle Pou quien lamentó que en pleno siglo XXI, países presentes en la ONU sean “violadores de los derechos humanos”, al menos estas intervenciones han dado un poco de luz y dignidad a esta versión 76 del club de burgueses izquierdistas que les encanta vivir del life style que ofrece Manhattan.