Las últimas condenas recibidas por los miembros del EPP, Alcides Oviedo y Genaro Meza por hechos relacionados a actos terroristas, habilitan a que el gobierno nacional coloque al EPP y otros grupos similares en la calificación de grupos terroristas.
Desde su aparición el EPP extorsionó, secuestró y asesinó a toda clase de productores agropecuarios, dirigentes políticos, policías y miembros de las fuerzas armadas y todos los procesos y las condenas que se obtuvieron fue a través de la figura de asociación criminal, cuando claramente se trata de hechos de terrorismo.
Si bien en términos de derecho internacional, el EPP no puede ser considerado como guerrilla, puesto que no cumple todos los “requisitos” para ello, como contar con un ejército o tener la efectiva posesión de un territorio, puede y debe ser considerado como grupo terrorista, para de esa forma aislar al grupo de todos quienes visiblemente colaboran con ellos.
Hoy lloramos la muerte de un joven de 23 años en manos de unos de estos grupos pero, desde la segunda mitad de la década del 90, cuando Jorge Ríos estaba naciendo, resuenan en nuestros oídos algunos nombres que serían quienes protegen a estos grupos.
Fernando Armindo Lugo Méndez fue, siendo obispo de San Pedro, quien aportó lo suyo para que germine en un grupo de jóvenes adoctrinados por él la idea de acceder a espacios de poder a través de las armas, idea con la que mantuvo (y mantiene) inquieto a todo Paraguay.
Sixto Pereira es otro que no puede negar las vinculaciones que tiene con ciertos personeros de Patria Libre y del EPP, incluso, existen registros fílmicos del senador por Tekojoja adoctrinando militantes en compañía de Anastacio Mieres Burgos y Osmar Martínez, ambos condenados a 35 años de reclusión por el secuestro y la muerte de Cecilia Cubas.
Rafael Filizzola, presidente del Partido Democrático Progresista (PDP), vinculado a Gustavo Lezcano y Lucio Silva, a quienes defendió en su momento por el Asalto al Banco de Fomento en Choré. El actual ministro Arnaldo Giuzzio (PDP), relacionado con el caso de los hermanos Gregorio y Víctor Morales Martínez, imputados por secuestro, homicidio doloso y asociación terrorista. Camilo Soares, quien en su época de «dirigente estudiantil» escribió el artículo “Confianza plena en MPL y la revolución” son otros de los que, tal vez, deberían comenzar a brindar respuestas a la ciudadanía.
La gestación y el crecimiento del autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo amparado por los políticos de izquierda y financiado por los narcos, nos trajeron hasta esta situación de la cual, aparentemente, las autoridades no quieren o no tienen el valor salir.
Calificar al EPP, ACA y demás como grupos terroristas es una decisión política y no judicial, (dejen de echar culpas a la Fiscalía y hagan su trabajo) pero trae aparejado consigo que todas aquellas personas y organizaciones, incluidos muchos legisladores y partidos políticos, sean pasibles de las mismas condenas que le caben a los miembros armados, el tiempo de hacerlo ha llegado.
