Aunque nada fuera de lo común, para eso está la piara, para achurar chanchos cada tanto, chancha en este caso.
De igual manera es un espectáculo bochornoso porque en el chiquero parlamentario estos bovinos se pasan acusando unos a otros de puercos. Es un estercolero donde todos están sucios en mayor o menor grado y su hedor se siente diariamente en toda la patria.
En ese recinto maloliente no hay uno que tenga legitimidad, que haya sido electo fehaciente y realmente por mayoría ciudadana. ¿Acaso no lo dijo Celeste? El que quiere que le cueste, “me costó más de 200 mil$ estar acá”. Supongo que cada uno paga como puede para apoyar su cola enrulada sobre un curul allí, pero, créanme, no es con los votos de la gente que llegan, de ninguna manera, y el resultado está a la vista.
El presidente es otra historia, desde que se fue Stroessner es al único magistrado que se lo vota libre y directamente pero no puede ser reelecto, mientras quienes lo cercan desde el chiquero, hacen rekutu eternamente. Es una trampa mortal que debe corregirse cuanto antes para recuperar la república.
Imagínense la achurada, 4 y 183 fue su caudal real de votos en las internas de la organización mafiosa a la cual pertenece cuando quiso ser “presidenta” y luego senadora respectivamente.
“Lo que se dice en las calles confirman las elecciones” es un dicho muy sencillo y certero sobre la legitimidad. Entonces se vieron las calles vacías el día que sus colegas de la piara decidieron defenestrar a Katya, ni el chapulín colorado apareció, esto demuestra que siempre fue un fraude.
No obstante, la afirmación de Stalin también se prueba con ella; “No gana el que tiene si no el que cuenta los votos”.
De cualquier manera, siempre que hablemos de política hay que partir del axioma kafkiano: “Un idiota es un idiota, dos idiotas son 2 idiotas y 10 mil idiotas son un partido político”.
Según esta lógica el partido colorado cuenta con la mayor concentración de idiotas en su asociación, correcto, esto escribo porque leo las mentes de los “opositores”.
Sin embargo, días pasados, leí un comentario sobre la propuesta colorada de reelección de un tal Berendson. Este alegó que el partido de gobierno no debe atribuirse la iniciativa de proponer porque no tiene respaldo de la mayoría ciudadana ya que la oposición sumada son más que los colorados. Entonces, se deduce, que es en ella donde están distribuidos la mayor cantidad de idiotas. Y es este un argumento recurrente por parte de los opositores. Lelo Rubín, donde sea que vaya repite dicha fórmula: “sumando somos más (los idiotas) en la oposición que los colorados”. Claro, no usa el término idiota, pero está tácito.
Kattya González, culona y corrupta, bandida, vendida y jodida además de sometida, a la agenda globalista, es una vende patria que tiene una insaciable hambre de poder y otras cosas, es peligrosa para la “democracia” que tanto dice defender, por carecer de legitimidad, por ello nunca tuvo plomada que la sostenga. Eso sí, siempre fue un plomo para la mayoría de sus compatriotas. Ella misma acusaba recibo de ello alegando la famosa muletilla progre del “discurso de odio” en su contra. No era ningún discurso, la odiaban siempre porque se lo buscó con creces diciendo y haciendo estupideces.
Estúpida es, como todos los que sostienen la demencial idea que la figura de la reelección es una amenaza a la democracia cuando qué es exactamente lo contrario. Estos imbéciles hacen un menjunje en su discurso agregando que con dicha propuesta están apuntando a la “Dictadura” que recuerda a oscuros tiempos pasados. Ya no son idiotas sino hijos de putas para hablar así, es cualquier cosa. Además, en caso que apunten a lo que llaman “dictadura”, enhorabuena, el gobierno del General Alfredo Stroessner fue el mejor de la historia del Paraguay.
Por todo lo expuesto, celebro el ejercicio del poder para apartar del chiquero a alguien que cacarea como gallina acusando a todos de puercos cuando se demostró que ella era uno más del chiquero, igual o peor que el resto de sus colegas.
Rafael Filizzola, “senador” más trucho que chancho volador, defendió a su colega alegando el reglamento interno y la Constitución Nacional, es un hipócrita hijo de puta que se limpió su culo sucio con la Carta Magna cuando se trató del caso Oviedo, que entre en el ahora.
Finalmente, la manifestación de estudiantes universitarios de la UNA ante el “atropello cartista”, con sus estribillos y pancartas repitiendo y escribiendo estupideces como las señaladas más arriba, demostraron que son una recua o manada de burros. En vez de “estudiar” en ese antro que le llaman universidad, cuartel político de adoctrinamiento, mejor sería que vayan a criar chanchos. La ex “senadora” les puede ayudar.
Shabat shalom
