Por Gerardo blanco Alvarenga
Antes que todo (o nada) quisiera aclarar que no pertenezco a ningún partido político, ni mucho menos soy afiliado a la ANR y tampoco soy militante acérrimo del cartismo ni de ninguna facción interna partidaria de la citada nucleación política tradicional. Es más, el señor Horacio Cartes ni siquiera sabe de mi existencia física y terrenal en este planeta (Lo cual ya es mucho decir).
Recurro a esta jocosidad porque en este país hay que explicar hasta el más mínimo detalle cuando se trata de asumir o en todo caso adoptar una postura crítica sobre temas que acontecen en nuestra fauna política cotidiana. Solo soy un ciudadano más que trata de analizar las distintas coyunturas con algo de raciocinio y sentido común (el menos común de los sentidos) tratando de escapar de la zona de influencias de los mass media y/o de las cada vez más polarizadas y atomizadas redes sociales.
Ese escenario virtual y belicoso donde todo aquel que ose o se atreva a esbozar siquiera una opinión medianamente sólida y con algo de sustento. Automáticamente es enviado al paredón de fusilamiento de esa falsa dicotomía llamada cartismo vs anticartismo. Encasillándonos de manera autoritaria y condenándonos a la sempiterna mediocridad del pensamiento uniforme y chato.
¡¡¡Vayamos a los hechos¡¡¡ La inefable senadora del Partido opositor PEN (minúsculo pero partido al fin) Kattya González se ha declarado en una llamativa ‘’huelga de hambre’’ a raíz de unas acusaciones que pesan en su contra donde aparentemente habría incurrido en tráfico de influencias y producción de documentos de contenido falso. Avalando supuestas firmas apócrifas de funcionarios que no cumplían su horario laboral mientras estaban de vacaciones en Miami (EEUU)
Una vez más la oposición paraguaya o al menos quienes dicen ser sus representantes terminan por replicar los mismos vicios que le endilgan al centenario partido de caballero que ostenta mas de 7 décadas al frente del ejecutivo nacional. La señora Gonzales presumía de cierto ‘’Prestigio’’ ya que se ha erigido como una especie de portaestandarte de la moralidad y la decencia política. Combatiendo a capa y espada a todo aquel que se atreva a meter la ‘’Mano en la lata’’. Eso al menos es lo que vendió al electorado como un producto electoral fiable, y le dio el espaldarazo suficiente para acceder a un curul en el congreso.
La susodicha ha demostrado ser tan permeable y tan endeble que no se ruboriza en pisotear sus principios (si acaso los tiene) ¿Cómo hará para lavarse la cara ante un electorado que confió en ella depositando 100.000 votos en su nombre? ¿Podrá renacer políticamente, siendo que también ha demostrado tener techo de vidrio? Es sabido sobre sus aspiraciones presidenciales en el futuro, pero ha dilapidado su principal capital político-electoral la credibilidad.
Es un secreto a voces que el éxito electoral del partido colorado en los últimos tiempos. Desde el retorno a la maltrecha ‘’democracia’’ radica en que su principal adversario electoral opositor ya sea el PLRA o alianzas realizadas en torno a este. No son más que parodias que no se diferencian en nada con respecto a casos rimbombantes de corrupción, burocracia parasitaria y una excesiva ineficiencia en el manejo de los recursos públicos. Esta es la piedra basal y el principal fundamento medular que explica los motivos del por que la ANR sigue gobernando a este país.
