La violencia en Ecuador llegó a un nuevo pico estos últimos días y dejó al recientemente electo presidente Daniel Noboa frente a una grave crisis de seguridad nacional.
A pesar de que la situación ya era delicada desde hacía meses, todo se precipitó este domingo 7 de enero cuando el comandante general de la Policía, César Zapata, confirmó que desconocían el paradero de Adolfo Macías Villamar -más conocido como Fito- líder de Los Choneros. El criminal se encontraba recluido en una prisión en Guayaquil, de donde se fugó sin dejar rastro en algún momento antes de la tarde de aquel día.
Se cree que su decisión habría sido en respuesta a un posible traslado a la cárcel de máxima seguridad La Roca, donde ya había estado en agosto de 2023.
Este episodio, que derivó en una fuerte investigación policial, generó una serie de incidentes en cuatro prisiones en todo el país, con oficiales secuestrados por los reos, amenazas con cuchillos y mensajes amenazantes para el Ejecutivo.
A la par, Fabricio Colón Pico, uno de los cabecillas de Los Lobos, que fue detenido el 5 de enero tras intentar asesinar a la fiscal general Diana Salazar, grabó un mensaje desde la cárcel también en contra de las autoridades y, finalmente, se fugó este martes junto a otros 38 presos.
Miembros de un cártel han comenzado a asesinar a rehenes en Ecuador; guardias de una prisión fueron ejecutados de rodillas por parte de reclusos que los mantienen cautivos.
A última hora de la tarde, el presidente ecuatoriano, Daniel Noboa, «reconoce la existencia de un conflicto armado interno» y le dio participación a las Fuerzas Armadas en la lucha contra las bandas del crimen organizado