Este es el nombre que verdaderamente le corresponde a juzgar por los resultados y seguirá así hasta el fin de los tiempos o hasta que pongamos fin a este perverso instituto estatal de adoctrinamiento y corrupción.
¿Por qué existe aún? Porque son incapaces de pensar en una alternativa y esperan un resultado diferente recorriendo siempre el mismo camino, según Albert Einstein esta es la propia definición de locura.
O sea, si yo te digo vení por acá para llegar donde querés pero preferís otro camino porque por ahí te da miedo ir, vas a llegar a otro lado y no donde pretendes, me entendes? Peor aún, después recorres siempre el mismo camino queriendo llegar a donde te quise llevar. ¿Qué sos? ¡IDIOTA!
Mal que les pese, así se comporta la mayoría de la gente, entonces hay lo que hay porque todo el mundo lo acepta, punto. Luego, pretenden llegar a buen puerto por el camino errado.
Desear que este ministerio eduque es locura pura y dura y aun así no sería tan pernicioso si solo fuera eso. No solo no educa, sino que adoctrina y embrutece. Finalmente se convierte en el vector que intenta degenerar a nuestros niños, nada más cobarde, deleznable, criminal y pecaminoso.
El menos peor de los ministros de mala educación que conocí fue Raúl Peña porque tuvo menos presupuesto a su disposición aun cuando el dinero valía mucho más de lo que no vale actualmente. Después, todos los que le sucedieron hasta hoy, fueron uno peor que el otro siendo el más burro Carlos Ortíz Ramirez apodado “Ñandejara taxi”. Ahora nombran a otro con el mismo apellido, pero peor que el burro por venir envilecido de una ONG.
Con la excusa de la educación, es el ministerio de mayor presupuesto con más de mil millones de dólares al año, demencia total, y vean como están las aulas y la generación de idiotas que tenemos.
No puede haber nunca un buen ministro de educación del mismo modo que nunca habrá un buen ministro de Satán. No importa que cabeza pongan, el cuerpo está podrido, es el sistema estúpido, la burocracia, la corrupción, es su naturaleza. Y por supuesto, como que de siempre, se pasan cacareando al pedo subiendo el volumen de su ignorancia. Lo siento, es así.
Ahora estamos en clase, la pregunta es: “Levanten la mano quienes leyeron la célebre obra de Max Weber “La ética protestante y el espíritu del capitalismo”. Ahí está, pobrecitos.
Vamos a hacerlo más sencillo: ¿Quiénes leyeron la Biblia? Vergüenza.
Una más para que se den cuenta lo ignorante que son: ¿Cuál es el origen de la escuela? ¿De dónde van a saber?
El texto de Weber es un libro capital, demuestra como la educación tiene que ver en el desarrollo de las sociedades, en las cuales, los protestantes superan a los católicos y los judíos a los protestantes y ni que decir a los primeros.
Dejemos a los judíos de lado y hagamos la competencia entre cristianos.
Todos conocemos de memoria los ritos católicos en las misas.
Otra vez, la pregunta es: “Conocen los católicos el concepto del “Sunday school o escuela dominical? No creo.
Es parte del culto protestante que se hace los domingos y noten que ahí aparece el término “escuela” pero no solo.
Así como en la eucaristía comulga el confeso, en el culto de los evangélicos se les aparta a los niños para celebrar la “Santa Cena del Señor” y van a la mencionada escuela dominical en la cual desde muy pequeños aprenden a leer la Biblia. Primero los Salmos para cantarlos y así van a avanzando.
Los católicos con su instituto del magisterio auténtico dependen del cura quien es el autorizado para interpretar las escrituras y enseñarlas, otrora solo en latín. Bueno, es fácil entender la diferencia.
Los graves problemas en la educación comenzaron cuando se hizo pública y se volvió secular sin el elemento moral o religioso si se quiere. En USA comenzaron a recupérala para sus hijos algunos padres sabios que utilizan el “Home schooling” o escuela en la casa donde los maestros son ellos mismos o recurren a profesores particulares. Aunque es una minoría ínfima, los estudiantes de esta modalidad ganan todos los años el famoso concurso de dictado a nivel nacional. Tal es la diferencia que marcaron en la educación escolar que tuvieron que hacer su propia universidad para cuando egresen, la llamada Patrick Henry, en honor al prócer estadounidense célebre por su sentencia “Give me liberty or give me death”. “Libertad o muerte”. Pero todos ustedes están tan lejos de esto como de aquí a la luna, por ello seguro creen que se llegó a ella.
Alguien les tiene que hablar así para hacerles reaccionar. “Un hombre que no piensa por sí mismo, no piensa en absoluto” dijo el escritor irlandés Oscar Wilde.
Por su parte, el prócer argentino Juan Bautista Alberdi sentenció lo siguiente: “La reforma de un banco del Estado es imposible. No hay más que un medio para reformarlo: suprimirlo”. Lo mismo vale para el ministerio de la mala educación.
Fue el mismo que sentenció: “No hay peor agricultor, peor comerciante, peor fabricante que el gobierno”. Consecuentemente, le agrego yo sin temor a equivocarme: NO HAY PEOR EDUCADOR QUE EL GOBIERNO. Es más, lo único que te enseña aquí en Paraguay es a robar.
Entonces, antes de hablar, cacarear o reclamar, vayan e instrúyanse y dejen de ser mal educados. Una ayudita:
“Mi pueblo pereció porque le faltó conocimiento”. Oseas 4:6
Sabbat Shalom
