Fue aprobado en Diputados la unificación de la Subsecretaria de Estado de Tributación (SET) y la Dirección Nacional de Aduanas (DNA)
Tendrá dicha Dirección Nacional de Ingresos Tributarios la absoluta disposición de percepción y fiscalización de los tributos que guarden relación con las rentas o ganancias, la enajenación de bienes, la prestación de servicios, así como todos los actos de comercio, etc. Nadie ni nada estará a salvo.
El proyecto no toma en cuenta lo principal. Terminar con los trámites y la coima le es indiferente.
Se pretende elevar todavía más el poder de coerción como si ya no lo tuviera el Leviatán del Estado en materia de ingresos en la respectiva fiscalización y control.
Lo que se viene de aprobarse este adefesio, por tanto, es el arte refinado del «apriete” de funcionarios al sector formal (individuos y empresas privadas) que pasan perdiendo dinero y tiempo para impedir que el Estado en algo les deje de molestar.