Más que una pregunta, trataré de dar un poco de luz a una cuestión más que debatible y que siempre fue objeto de debate, y vaya debate que se suscita sobre el liberalismo y el magisterio de la iglesia católica, antes que nada es primordial hacer una separación entre el liberalismo y la religión, y que a lo largo del tiempo y de la historia se han aproximado sus conceptos, vayamos a las diferencias conceptuales y filosóficas entre el liberalismo y la religión, ya que el liberalismo se basa en los principios de la libertad individual, la igualdad de oportunidades y por sobre todo la igualdad ante la ley, mientras que, la religión se centra en las creencias espirituales y en las normas morales basadas en la fe.
Para la religión, el liberalismo puede socavar valores morales que son tradicionales para la religión católica, y en contra partida a este argumento en específico, para los liberales, la religión en su forma más fundamentalista puede limitar la libertad individual de las personas. Ya que, el magisterio de la Iglesia Católica ha condenado históricamente el liberalismo como una ideología y un sistema político que se opone al bien común y a la ley divina. Sin embargo, esta condena va dirigida a ciertos aspectos del liberalismo, como su énfasis en la libertad individual y su rechazo a la autoridad temporal y espiritual. Por lo tanto, no es correcto afirmar que el magisterio católico considera el liberalismo per se cómo un pecado, de acuerdo a su evolución histórica, entre el liberalismo y religión, a continuación tratare de dar fundamentos sobre porque no se debería considerar al liberalismo como pecado, vayamos por parte.
Es importante tener en cuenta que la enseñanza de la Iglesia sobre el papel del Estado y la relación entre la Iglesia y el Estado ha evolucionado a lo largo del tiempo. Es un punto que se debe entender primero y separar luego en el contexto histórico ya que, en el siglo XIX, cuando Félix Sardá y Salvany escribió “El Liberalismo es Pecado”, la Iglesia tenía una posición de confrontación con los Estados liberales de la época. Sin embargo, la Iglesia ha cambiado su postura con respecto a la libertad religiosa y la separación de Iglesia y Estado en documentos como la Declaración Dignitatis Humanae del Concilio Vaticano II.
Por lo tanto, debemos entender que la condena del liberalismo por parte del magisterio no es una condena definitiva o universal, como se quiere creer aun hoy en día. En cambio, refleja las preocupaciones de la Iglesia en un momento histórico y específico, y debe ser interpretada a la luz de la enseñanza más amplia de la Iglesia sobre la dignidad humana, la justicia social y la libertad religiosa, que son pilares en la que se base el Concilio Vaticano II.
Es incorrecto afirmar que el magisterio católico considera el liberalismo per se cómo un pecado, si bien la Iglesia ha condenado ciertos aspectos del liberalismo como la libertad individual, que ya hemos explicado más arriba, también ha evolucionado en su enseñanza sobre la relación entre la Iglesia y el Estado y la libertad religiosa. Debemos interpretar estas enseñanzas a la luz del contexto histórico y de la enseñanza más amplia de la Iglesia sobre la dignidad humana, la justicia social y la libertad religiosa.
Por ende, estaré presentando algunos puntos para la construcción de un argumento sólido en favor del liberalismo:
El liberalismo es y siempre será compatible con la dignidad humana y la libertad individual; razón por la cual, el liberalismo reconoce que cada ser humano es una persona digna por derecho propio, y que tiene una serie de derechos y libertades fundamentales que deben ser protegidos siempre y ante todo, la defensa de la libertad individual y la dignidad humana son base y fundamentos del liberalismo.
También es bueno mencionar que el liberalismo no es contrario a los valores cristianos; el hecho de que el liberalismo defienda la libertad individual no significa que sea contrario a los valores cristianos. De hecho, muchas de las libertades que defiende el liberalismo son valores muy importantes para la religión, como la libertad de conciencia, la libertad religiosa y la libertad de expresión.
Un argumento más que valido sobre el liberalismo es que promueve un orden social más justo, a diferencia de lo que se afirma en “El Liberalismo es Pecado”, el liberalismo no promueve el egoísmo y el individualismo. Al contrario, el liberalismo crea las condiciones para que la libertad individual florezca dentro de un orden social justo, porque los principios liberales permiten que cada persona busque su propia felicidad, pero también garantizan que el bien común sea promovido, en beneficio de los demás. El liberalismo permite la coexistencia pacífica de personas con diferentes valores, acepta la diversidad y es una de las contribuciones más valiosas del liberalismo es su capacidad para crear un entorno en el que personas con diferentes valores y creencias puedan convivir pacíficamente. El liberalismo tolera la diversidad de perspectivas y permite que las personas tomen sus propias decisiones, siempre y cuando no violen los derechos de otros.
Y por último, cabe mencionar de que el liberalismo ha contribuido a la prosperidad y el progreso de la humanidad; El liberalismo ha sido uno de los motores principales de la prosperidad y el progreso en la historia. La libertad individual y la igualdad ante la ley han permitido que las personas libres puedan innovar, competir, emprender y prosperar.
En conclusión, el liberalismo no es pecado. Al contrario, el liberalismo es una ideología y un sistema político que defiende la libertad individual, la dignidad humana y la igualdad ante la ley. El liberalismo promueve un orden social justo y la coexistencia pacífica de personas con diferentes valores. Además, el liberalismo ha contribuido a la prosperidad y el progreso en la historia, con sus luces y sombras, como toda forma política.