La empresa avícola Santa Ana, ubicada en la provincia de Corrientes, debió recurrir a la justicia y a los cortes de ruta para frenar un operativo sanitario contra la Gripe Aviar que implicaba el sacrificio de sus 200 mil gallinas ponedoras.
Los directivos de la empresa evaluaron que el Senasa (Organismo rector en la materia) no saldría bien parado de este asunto, que podría degenerar en un papelón internacional. Y así fue: según adelantaron fuentes confiables, el segundo análisis realizado sobre esa avícola dio negativo.
Ayer se conoció el resultado del segundo testeo ordenado por la justicia para detectar gripe aviar y, según se pudo saben, como decía la empresa, no hay rastro en sus galpones de la enfermedad que obliga al sacrificio inmediato de todo el stock de aves del lugar. Es decir que afortunadamente 200 mil gallinas se salvaron al igual que el empleo de las 300 personas que trabajan en el lugar.
Horas antes a este resultado, los propietarios de la empresas habían emitido un comunicado informando que en realidad el primer estudio que dio origen a la orden de sacrificar las 200 mil gallinas ni siquiera existió, pues en realidad nunca se tomaron muestras.
“Las cámaras de seguridad respaldan lo antes dicho y fueron entregadas a la Justicia como prueba”, dice el comunicado de la empresa.
Desde la empresa continnuaron, “El jueves 6 de abril, Lisandro Enciso, propietario de Santa Ana, recibió un llamado de la entidad donde le comunicaban que los resultados habían sido negativos, dato que, misteriosamente cambió a las pocas horas, cuando esa misma noche se volvieron a comunicar para avisarles que 20 gallinas habían dado positivo. El organismo nacional, entonces, intimó el sábado 8 de abril a la firma a sacrificar 200.000 aves ante esta supuesta detección de gripe aviar”.