Tal como informamos en su momento, el descarrilamiento en East Palestine, Ohio, de un tren de Norfolk Southern que transportaba sustancias tóxicas categoría 2— Monobutílico de etilenglicol, el acrilato de etilhexilo, benceno y el isobutileno—, fue tapado a propósito por las noticias de los supuestos OVNIs avistados por el Pentágono. A casi dos meses, los investigadores de Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU, quienes estudiaban los efectos reportados en la salud de los residentes locales, están levemente intoxicados, así lo confirmó la entidad.
Dolor de garganta, tos, migraña y náuseas están sufriendo los investigadores del Servicio de Inteligencia Epidémica de CDC que sondearon casa por casa de East Palestine, en un radio cercano al descarrilamiento del 3 de febrero.“Los síntomas se resolvieron para la mayoría de los miembros del equipo más tarde esa misma tarde y todos reanudaron el trabajo en la recopilación de datos de la encuesta dentro de las 24 horas. Los miembros del equipo afectados no han informado efectos en la salud en curso”, notificó a la CNN, un portavoz de la propia CDC.
La misma sintomatología tuvieron dos contratistas que trabajaban en East Palestine para la Agencia de Protección Ambiental de EE. UU. Todo ello “agrega la confirmación de que los síntomas informados por los residentes del este de Palestina son reales y están asociados con exposiciones ambientales por el descarrilamiento y el fuego químico”, dijo David Michaels, epidemiólogo y profesor de la Escuela de Salud Pública de la Universidad George Washington que dirigió la Seguridad Ocupacional y la Administración de Salud entre 2009 y 2017.
Cuando acontecía una de las mayores catástrofes de emisión tóxica después de Chernóbil, según los especialistas ambientales, el presidente Joe Biden estaba de visita en Ucrania, algo que ofusco al propio alcalde de East Palestine, Ohio:
Eso te dice que en este momento no le importamos. Puede enviar a todas las agencias que quiera, pero esta mañana descubrí que estaba en Ucrania regalando millones de dólares a la gente de allá y no a nosotros… en el Día de los Presidentes en nuestro país, así que estoy furioso
Los operarios de Norfolk Southern tras el descarrilamiento del tren cisterna (03/02/23) liberaron los gases tóxicos a fin de despresurizar el vagón. Según el Instituto Nacional del Cáncer del gobierno federal de Estados Unidos, el cloruro de vinilo y los otros gases que se transportaban en el tren cisterna desencadenan enfermedades como el cáncer hepático (angiosarcoma hepático) y otros tipos de cáncer.
Y aunque el Departamento de Salud de Ohio, autoridades locales y la Agencia de Protección Ambiental (EPA) han aseverado que los niveles tóxicos en napas y aire no son nocivos para el organismo, la población local sufre de dolores de cabeza, conviven con olores pestilentes y muchos animales han perecido tras la liberación de gases del tren.
“Los médicos dicen que definitivamente tengo los químicos en mí, pero no hay nadie en la ciudad que pueda realizar las pruebas toxicológicas para averiguar cuáles son”, sostuvo Lovett, de 40 años, al New York Post, y a agregó: “Mi voz suena como Mickey Mouse. Mi voz normal es baja. Es difícil respirar, especialmente por la noche. Me duele tanto el pecho por la noche que siento que me ahogo. Toso mucha flema. Perdí mi trabajo porque el médico no me deja ir a trabajar”.
