martes, 05 noviembre, 2024

Paraguay: Blanco de la geopolítica de EEUU

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La noticia de la semana fue la segunda sanción que el Gobierno de EEUU emitió en contra del vicepresidente de la República Hugo Velázquez así como al presidente de la ANR Horacio Cartes. Primero vino la del “Departamento de Estado” y después la del “Departamento del Tesoro”, que es de índole financiero-comercial. Algunos vaticinan que la tercera sería la del “Departamento de Justicia”, con lo que ya se empezaría a hablar del ámbito judicial y todas las implicancias que esto conllevaría.

Antes que nada, huelga señalar que en este artículo no nos interesa hablar de “corrupción”, palabra que puede significar cualquier cosa en estos días, que se utiliza a mansalva y que en estos grandes contextos geopolíticos y geoestratégicos, que es por donde viene la mano en este instante, es simple y llanamente una excusa para las potencias mundiales, en este caso EEUU, país al que jamás le interesó la existencia de gobiernos sumamente aborrecibles con los que se mantuvo aliado siempre y cuando estos gobiernos siguieran la línea de sus intereses.

Para nadie es misterio que los yanquis, refiriéndonos solamente a la historia reciente, fueron los financistas y promotores de Saddam Hussein cuando este hizo la guerra a la República de Irán. Sin embargo, en el momento en que Saddam quiso gobernar “por afuera” de los mandatos de Washington D.C., le inventaron unas cuantas cositas, le visitaron, le derrocaron y le mandaron a la horca. Tampoco es un enigma el famoso asunto de Osama bin Laden, quien era denominado “valiente mujayedín, guerrero de la libertad, amigo de Rambo III” cuando los afganos, desde luego que recibiendo armamento y entrenamiento de los EEUU, luchaban contra la Unión Soviética. Pero un día, el “valiente mujayedín” se convirtió en “peligroso terrorista” y los gringos le culparon de haber bombardeado las Torres Gemelas y el Pentágono utilizando aviones Boeing Jumbo a control remoto desde una cueva pakistaní, pues lo imposible no existe en las creativas mentes de los señores de Hollywood; para todo lo demás, el New York Times, la CNN, Fox News y demás medios propagandísticos harán el trabajo de convencer a los incautos. Estos graciosos chistecitos yanquis costaron 1 – 3 millones de vidas en el Oriente Medio en los últimos 20 años, responsabilidad directa o indirecta pero innegable de Washington D.C., verdaderos terroristas del mundo entero.

No olvidemos que Osama bin Laden y su billonaria familia de origen árabe tenía extensos negocios con los EEUU. Pero de la noche a la mañana vino la acusación de “terrorismo” y punto pelota. ¿Pruebas? ¡Quién las necesita, sí nosotros tenemos Hollywood para que la “magia del cine” haga lo suyo! Ya mandaremos a la bellísima Jessica Chatain a que interprete a una presunta espía que supuestamente fue fundamental para descubrir que el peligroso “mujayedín” estaba viviendo como un rústico campechano de la era pre-medieval en Pakistán y que, por alguna razón, era el líder de la más terrible organización terrorista del Levante. ¡No se diga más, amigos, obra maestra, Óscares aquí, Globos de Oro allá, y los imbéciles aplaudirán!

Todo esto lo debemos recordar para que el vicepresidente de la República y número dos en la cadena de mando de nuestro país (¡por el amor de Dios, sí esto no es injerencia, qué es injerencia!), Hugo Velázquez, así como el actual líder de la ANR Horacio Cartes, lo tengan muy en cuenta. Los yanquis, el nefasto, decadente e inmundo imperio estadounidense, no necesitan tener “pruebas” en contra de ustedes. Las van a inventar y ya. Es más, ni siquiera necesitan eso, les basta con lanzar una superproducción hollywoodense y apelar a los “cipayos” que existen en todas partes. Lo demás es historia.

Aclaro que siempre nos referimos “al gobierno yanqui” y no al hacendoso, ingenuo, sencillo y hasta bobalicón “pueblo estadounidense”, con el que deseamos tener la mejor amistad y que se merece nuestros respetos; ellos también son víctimas de las tropelías de sus mandatarios, insuperados por nadie en el mundo en la hipocresía y en la corrupción. Pregunten a Hunter Biden, hijo del actual Presidente de EEUU. ¿Ya nos devolvieron lo que nos robaron con el mecanismo COVAX?

En este instante, ya nadie puede negar que Paraguay es un blanco en la mira de los Estados Unidos de Norteamérica. De hecho, que siempre lo fue, si nos remontamos a la historia, veremos que el Cónsul Edward Hopkins, en tiempos de Don Carlos Antonio López, quiso pasarse de listo y le costó ser expulsado del país luego de que el buque “Water Witch” fuera cañoneado desde Itapirú por intentar vulnerar la soberanía fluvial del Paraguay. El mismísimo Abraham Lincoln debió pedir disculpas a la República del Paraguay tras ese infausto incidente, porque eran otras épocas, señoras y señores.

También otro sicofante filibustero como Charles Washburn hizo de las suyas. Embajador que se aprovechó de la situación de la Guerra de la Triple Alianza y se enriqueció con las fortunas que los extranjeros que vivían en Paraguay depositaban en la sede yanqui. De yapa, Washburn fue el correveidile de los conspiradores contra el Mariscal Presidente, llevando información confidencial al Duque de Caxias para que este pueda superar a la Fortaleza de Humaitá, clave de nuestra defensa. Cuando fue descubierto, el impresentable Charles Ames Washburn tuvo la suerte de que estaba ante un magnánimo y piadoso hombre como Don Francisco Solano López, quien teniendo toda la autoridad y los motivos para meterle siete tiros de fusil por la espalda, le perdonó la vida y lo expulsó del país. El General Martín T. McMahon (que era de familia de inmigrantes irlandeses, no yanquis) tuvo que venir al país a intentar paliar el daño cometido por su predecesor en la Embajada de EEUU, pero el daño ya estaba hecho y era irreparable.

Para no extendernos muchísimo en las nefandas hazañas contra el Paraguay que cometieron los estadounidenses, recordemos por último a Spruille Braden, quien hizo todo lo que estuvo a su alcance para romper la alianza paraguayo-argentina durante la Guerra del Chaco y fue por su influencia que nuestro país, a pesar de su victoria militar, tuvo que abandonar la “línea de hitos” y ceder territorio, por supuesto que con el concurso de los traidores de siempre, que nunca faltan.

Marc Ostfield no es sino uno más de la tristísima tradición estadounidense con sus embajadores malévolos en el Paraguay. El General McMahon es la excepción de la regla, por irlandés, por militar condecorado con la Medalla de Honor y por católico. Ninguna de esas características tenían Edward Hopkins, ni Charles Washburn ni Marc Ostfield; todos ellos vulgares burócratas de rancias familias protestantes yanquis y desde luego, muy lejos de ser seguidores de la verdadera Iglesia de Jesucristo con sede en la Cátedra del Sumo Pontífice de Roma.

¿Cuál es el interés que los EEUU de Norteamérica tienen en este momento sobre la República del Paraguay? Lo separaremos en tres partes. Uno es “geopolítco”, el otro es “geoestratégico” y el tercer lugar, de menor pero no despreciable importancia, es “ideológico”.

INTERESES GEOPOLÍTICOS

Los Estados Unidos, ese país “sin nombre propio”, al que llamamos cariñosamente “el Gran Satán”, se encuentran en guerra no declarada contra Rusia en el plano militar y contra China en el plano comercial. Las cosas no están yendo bien en Ucrania, país de valientes que se convirtió en carne de cañón de los intereses angloamericanos. EEUU no puede “escalar más” las cosas contra Rusia porque esto implicaría, directamente, entrar en la Tercera Guerra Mundial. Todos nosotros sabemos que después de la “Tercera Guerra Mundial”, ya no habrá una cuarta, porque las armas nucleares están todas allí esperando su momento. ¿Entonces qué hace EEUU? Lo único que le queda, que es ajustar los tornillos y apretar con más fuerza en aquellos lugares donde todavía puede ejercer cierta dominación. Uno de ellos es la República del Paraguay, país en donde existe una institución que indudablemente, mal o bien, ejerce cierta soberanía territorial y se llama Asociación Nacional Republicana. La ANR es un escollo para EEUU (volvemos a repetir aquí que el asunto de la “corrupción” no forma parte de este análisis) porque al ser una inmensa institución, con miles y miles de líderes que operan por medio de seccionales y de nucleaciones diversas, con vinculaciones en diferentes gremios y sectores de la producción, le es mucho más difícil “dividirla y dominarla”.

Seamos sinceros. ¿Qué es más fácil para los yanquis? ¿Ponerse a negociar con gente atomizada, sin fuerza popular ni institucional, movidos solamente por intereses personalísimos, como los líderes de la llamada “oposición anti-ANR” en Paraguay? ¿O quizás les es más fácil hacerlo con un poderoso Horacio Cartes, un inamovible Juan Carlos Galaverna, un crecientemente fuerte Beto Ovelar, un astuto Oscar Salomón, solamente por citar a algunos? Y todos ellos, con enorme sustento democrático, con miles y miles de votos de su pueblo, en una centenaria institución política que los respalda como lo es el Partido Colorado, que es una verdadera “fuerza de la naturaleza” cuando se lo moviliza.

La respuesta es sencilla. Los estadounidenses van a querer siempre a los más débiles y manejables para su proyecto geopolítico, en un momento en que las papas queman. Marc Ostfield, el Embajador, solamente tiene que decir “arrodíllense ante mí” a Efraín Alegre y Soledad Núñez, y estos lo harán, sin chistar. ¡Sí esta gente está totalmente entregada a sus designios! Pero la cosa no es tan fácil con gente del peso de Horacio Cartes o con un “Kalé” que con sus largos años de político, ya nada le puede afectar en esta vida. ¿Les duele que les diga esta verdad? Pues es así, amigos.

EEUU quiere a gente a la que pueda manejar con mayor facilidad en el Paraguay y estos son los de la oposición. La ANR es indomable por su propio tamaño e historia. ¡Ni los más trillonarios de este país pudieron “comprarla” del todo! Sí con eso no se entiende, ya no se entiende más.

INTERESES GEOESTRATÉGICOS

Hispanoamérica es una región con inmensos recursos aun inexplorados. El Gran Chaco, el Pantanal, el Amazonas, las pampas argentinas, las cordilleras andinas, la Patagonia; lugares repletos de riquezas de la naturaleza que los EEUU desean dominar con facilidad. Últimamente se habla mucho sobre el litio, pero no se limita a este valioso mineral. Paraguay, al encontrarse en el epicentro de Sudamérica, entre Argentina y Brasil, es un lugar clave para mantener una baza de predominio.

De hecho, que los cambios de vientos en Buenos Aires y en Brasilia son también preocupantes para Washington D.C. Las señales que empezaron a mandar Alberto Fernández y Lula, que quieren jugar a ser díscolos con el tema de la moneda, pueden generar gran preocupación. Y así como dijimos que el tema de la “corrupción” no es relevante para los fines de este artículo, es igualmente irrelevante el asunto de “zurdos/diestros”, con lo que los poderosos de este planeta engañan a la mayoría para que no se fijen en las maniobras del gran tablero mundial.

Además, se suma a este tema el asunto de la “Hidrovía”, en el que Paraguay juega un rol central por su ubicación estratégica, en el epicentro del gran proyecto. No debería extrañarnos que los enemigos de la ANR, los que quieren ver a la oposición gobernando en Asunción desde el 2023, hayan puesto como “moneda de cambio” a la Hidrovía Paraguaya con la condición de recibir pleno apoyo estadounidense para alcanzar el poder en las elecciones de este año. Este tema, que no se está analizando suficientemente aún, ya levantó sospechas en la Argentina, que lógicamente, pretende poner peajes y altos costos a la navegación que ya no va a ser “paraguaya”, sino “yanqui con fachada paraguaya”. Puede parecer odioso, pero es así. ¡Al final, en Buenos Aires parecen defender más nuestra soberanía que en la misma Asunción!

Tampoco es un tema a descartarse el asunto de Itaipú y Yacyreta, que serán renegociados en los próximos meses. EEUU siempre tuvo los ojos bien metidos en esos dos emprendimientos binacionales, que son únicos en el mundo por la manera en que se administran, que no siguen precisamente las “reglas yanquis” en lo referente a sus movimientos internos. Paraguay podría ser la “puerta de entrada” de los Estados Unidos para “meter mano” dentro de Itaipú y Yacyreta. Ojo con esto.

En mi humilde opinión, las deudas de Itaipú y Yacyreta, entre Brasil, Paraguay y Argentina, deberían todas ser tramitadas, trabajadas, negociadas y pagadas en reales, guaraníes y pesos argentinos. Esto para poner más loquillas a los yanquis nomas, pero bueno. Es otro asunto.

INTERESES IDEOLÓGICOS

Esto se encuentra en el último lugar, muy por debajo de lo demás, pero no debe descartarse.

Paraguay (más correctamente, el pueblo paraguayo) es tradicional, conservador, nacionalista… Todo lo que desprecia el globalismo de los EEUU de Norteamérica, promotores de antivalores, anticristiano, enemigos de las sanas y auténticas tradiciones de los pueblos. Súmese a esto la “cultura de la muerte” que promueven las cosmopolitas y depravadas élites angloamericanas, con el aborto, la eutanasia, la ideología de género, la pedofilia incluso…

Nuestro país ha convertido a sus pechos en murallas contra estas infectas degeneraciones que son, sencillamente, destructoras de la humanidad entera. La resistencia del Paraguay en este aspecto, una vez más, ha generado admiración por parte de sus sinceros amigos y obviamente, el repudio de sus eternos enemigos. ¿Hasta cuándo seguiremos soportando? No lo sabemos, pero nadie puede negar el rol de la gran masa nacional-popular de la ANR en esta lucha. De todos los militantes pro-vida y pro-familia que conozco, el 75% son militantes o favorables al “Partido Colorado”. Y por supuesto, en general, la gente de la “oposición contra la ANR” es la que más a favor está de los “antivalores” promovidos por el Gran Satán. No hace falta entrar en detalles, que esto es evidente.

He allí, brevemente trazados, los motivos por los cuales los EEUU tienen el blanco puesto sobre el Paraguay. No digan que no se les advirtió a la hora de querer juzgar todo por las etiquetas de “corrupto/no corrupto”. ¿Los yanquis van a dar lecciones de altura moral y ética al mundo? ¡Qué obtuso sos! ¡A otro perro con esos huesos! ¡Mejor me voy a mirar una película de Hollywood!

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