El ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi, advirtió contra la interferencia en Taiwán, diciendo a las Naciones Unidas que Beijing tomaría «medidas contundentes» para evitar cualquier apoyo externo a la independencia de la isla.
Subrayó su compromiso con su reclamo de Taiwán, diciendo a los líderes mundiales que cualquiera que se interponga en su determinación de reunificarse con la isla autónoma sería «aplastado por las ruedas de la historia». Agregó que Beijing «tomaría las medidas más enérgicas para oponerse a la interferencia externa».
Los comentarios de Wang se producen un día después de una reunión de 90 minutos con el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, en Nueva York, sus primeras conversaciones desde la visita de Pelosi a Taiwán en agosto. Después de la reunión, China acusó a Estados Unidos de enviar «señales muy equivocadas y peligrosas» a Taiwán.