La típica literatura de marxista de la Historia y las Ciencias Sociales Latinoamericana, suele referirse a Estados Unidos (EEUU) como el “imperio yankee” y concretamente en el ámbito diplomático a su “diplomacia del dólar”, que desde esta visión, historiográficamente corresponde a la presidencia de William Howard Taft (1909 – 1913), quien sustituyó la doctrina Monroe por la compra de la adhesión de los apoyos latinoamericanos a EEUU.
Paradójicamente, luego de un siglo, de la despreciable e inescrupulosa práctica de la “diplomacia del dólar”, siguiendo la jerga marxista, esta pasa inadvertida ante los ojos de los grandes expertos en ciencias sociales e incluso políticos radicalmente “nacionalistas” o “liberales”, cuando se trata de servir como operadores locales del imperio de la China comunista.
Vale este comentario, pues, según nuestras fuentes, supuestamente el Senador, líder de la bancada del PLRA y Licenciado en Análisis de Sistemas Abel González, posiblemente presentaría mañana para discusión en la Cámara Alta del Honorable Congreso del Paraguay, un proyecto de Ley para crear una Comisión del Senado que estudie el establecimiento de relaciones diplomáticas con el gigante rojo, la China de Xi Jinping.
En caso que se materialice dicha iniciativa, resultaría poderosamente suspicaz, pues, el Senador en cuestión, a todas luces no posee formación en relaciones diplomáticas, ni ha sido un prolífico actor legislativo en materia de Relaciones Internacionales del parlamento, a lo sumo presentó el “Proyecto de Ley por el cual se conforma la Comisión Nacional Negociadora del Tratado de Itaipú en su anexo C” de 2019, de resto todas han sido iniciativas muy burocráticas de ámbito administrativo, salvo que responda a otras intereses.
A esta altura debemos preguntarnos ¿realmente el establecimiento de relaciones diplomáticas con China Comunista sería positivo para la nación paraguaya? Aquí entramos en lo medular de la cuestión, según datos cuantitativos de las experiencias recientes de los países Latinoamericanos que rompieron relaciones diplomáticas con la democracia de Taiwán para establecerlas con la dictadura de China, destacan los casos de Panamá, El Salvador y Costa Rica en los años 2017, 2018 y 2019 respectivamente.
Partiendo de una verdad ilusoria, el gigantesco mercado de la China continental es el gran succionador de alimentos del mundo, lo que traduciría en un incremento de las exportaciones de commodities latinoamericanos, ergo, mayores ganancias y una gran riqueza para el país. ¿Pero realmente es así de cierto es esta lógica o, se trata de un mito?
Según datos estadísticos para el caso de Panamá y su producto estrella, la piña, ésta para el 2018 vendió a China 547.000 $US, para el 2019 sus ventas cayeron casi a la mitad cuando apenas su exportación de alcanzó los 257.000 $US y para el 2020 nuevamente sufrió una caída, ubicándose en 124.000$US.
Para el caso de El Salvador, la situación no varió al caso panameño, pues, su producto estrella de exportación como lo es la caña de azúcar, tras iniciar relaciones diplomáticas con China Continental sus exportaciones el 2019 reportaron un valor de 31 millones de dólares US, mientas que para el 2020 la misma cayó casi a la mita al alcanzar 16 millones de $US.
El caso de Costa Rica, que luego de iniciar relaciones diplomáticas con China, la carne bovina congelada el 2019 reportó 56 millones de $US, para el 2020 registró un ligero incremento de 6,6% que representó 4 millones de $US.
Ahora bien, a la luz de las experiencias de los países precitados, ¿cómo impactaría en Paraguay la ruptura de relaciones diplomáticas con Taiwán para sustituirlas por China Comunista? Para ello daremos un breve repaso de la evolución del comportamiento del patrón de compra de la carne bovina congelada por parte de Taiwán al Paraguay en los últimos dos años: el 2019 reportó 72 millones $US y para el 2020 alcanzó 116 millones $US, lo que representa un incremento aproximado del 38%.
En cuanto a los factores cualitativos de la histórica relación Paraguay-Taiwán, sólo mirando variable comercial o económica, la isla asiática firmó con el gobierno paraguayo el 2017 el Acuerdo de Cooperación Económica, con el cual, Paraguay puede exportar a Taiwán un total de 85 productos con arancel cero “0”, dentro de ellos, incluida la carne bovina. Otro dato no menos importante, es lo referido a las estrictas restricciones que China Continental impone a sus exportadores de carne bovina como Argentina, Brasil y Uruguay (donde Paraguay no escaparía de ellas), donde sólo compran carne criada en zonas libres de Aftosa sin vacunación durante al menos 12 meses, amén de las cuarentenas a que son sometidos los productos al llegar a China y en caso de no cumplir los requisitos exigidos, el proveedor es privado de recibir su pago.
Finalmente, en términos cuantitativos y cualitativos, es inmensamente más ventajoso para los productores y exportadores de carne en Paraguay el mantenimiento de relaciones diplomáticas con Taiwán que sustituirlas por el mito del gigantesco mercado de la China Continental, pues, los grandes y directos perdedores de dicho cambio serían los propios ganaderos cuyo sector experimentaría una segura caída de sus ventas, lo cual, afectaría poderosa y negativamente la economía y bienestar del Paraguay.