El pasado domingo 21 de noviembre los chilenos nuevamente acudieron a las urnas, esta vez, en ocasión de las elecciones presidenciales que debido a que no hubo un ganador con mayoría de más del 50%, se convirtió en una primera vuelta. Lo cual, obliga al balotaje a celebrarse dentro de tres semanas.
Es importante subrayar que la sociedad chilena celebró estas elecciones bajo un clima realmente complejo, de mucha tensión y me atrevo a señalar de potencial brotes de violencia, pese a que afortunadamente el proceso tuvo lugar en un contexto completamente tranquilo y pacífico. Pero, dicha posibilidad estaba sobre la mesa debido a que el país, cuya democracia y bienestar económico había constituido una suerte de ejemplo o modelo a seguir en la región, infelizmente ha sido sacudido en los últimos años por unas históricas, masivas, violentas y auto-destructivas manifestaciones con claros signos de terrorismo urbano, una verdadera ola de protestas salvajes que prácticamente derribaron el gobierno del centro-derechista Sebastián Piñera y que hace apenas unos días, éste sobrevivió a un juicio político por parte del Senado, que finalmente lo absolvió.
En crudo, Chile no sólo afronta este proceso de escogencia democrática de un nuevo presidente, sino se debate ante una profunda y múltiple crisis de carácter político, social y hasta institucional, pues, aún está en pleno desarrollo un la Constituyente, vale acotar, dominada por asambleístas izquierdistas que seguramente terminarán produciendo una Carta Magna que socavará el Estado liberal weberiano, sentando las bases para implantar en el país tras-andino un modelo neocomunista o uno muy próximo a éste.
Es en ese complejo escenario que tendrán lugar la segunda vuelta de las elecciones presidenciales donde se medirán definitivamente el ganador de la primera vuelta, el conservador y candidato del Partido Republicano José Antonio Kast con 27,91% y por el otro lado, el joven Diputado izquierdista de Convergencia Social – Apruebo Dignidad en alianza con el Partido Comunista Chileno, Gabriel Boric quien alcanzó 25,82%.
Ahora sobre la base de los resultados, ¿qué es lo que podemos esperar? Primero las decantaciones obvias, como los votos del oficialista Sebastián Sichel quien quedó cuarto en la carrera con 12,79% cuyos electores seguramente respaldarán a Kast. Del otro extremo del péndulo y aplicando la lógica electoral, los votos de los aspirantes izquierdistas como Yasna Provoste que obtuvo 11,61% y Marco Enriquez-Ominami con 7,61%, este caudal electoral naturalmente se traslade a Boric. Todo esto permite proyectar el siguiente panorama: un piso para Kast de 40,7%, mientras que para Boric con 45,04%.
Con ello no estoy señalando que Boric va a ganar, sólo estoy dejando en claro la redefinición del espectro electoral post-21 de noviembre, partiendo de la variable de los resultados de esta primeria. Una segunda variable a considerar es la tradición electoral chilena, según ésta quien gana la primera vuelta tiene asegurado su boleto al Palacio de La Moneda. Como tercera variable y no menos importante, el papel que hoy tiene para el balotaje el candidato liberal Franco Parisi, quien obtuvo una votación nada desdeñable, con su 12,80% y que lo ubicó en el tercer lugar de las primarias, en crudo, Parisi es el gran elector. Es decir, los esfuerzos tanto de Kast como de Boric, se van a volcar bien a cerrar un acuerdo con Parisi para que éste le dé su respaldo directo o; en caso que Parisi deje a sus electores liberados –que es lo más probable que ocurra- cada candidato deberá luchar para captar y ganar ese bolsón del electoral que a fin de cuentas será quien terminará decidiendo el nombre del próximo mandatario chileno, por lo que seguramente tendremos una campaña fuertemente polarizada dado las posturas muy antagónicas entre Kast y Boric y un resultado seguramente muy estrecho.
Por lo pronto, y como resulta obvio de esperar por parte de los militantes izquierdistas han reiniciado su campaña arreciando los ataques contra José Antonio Kast, ya no sólo limitándose a vilipendiarlo acusándolo de “ultra-derechista” o “pinochetista”,, lo que es peor, han recurrido nuevamente a violencia, agrediendo físicamente a Asesores de Kast, incluso hasta de una mujer embarazada, acto que raya en lo criminal, amén de moralmente y políticamente inaceptable, tal como ocurrió el día de ayer en la Comuna de “Lo Espejo”, lo que obligó al candidato a suspender su agenda en el sector.
Finalmente, es importante señalar que los ataques contra Kast, en el fondo se deben por ser un candidato coherente y con una sólida postura nacionalista y de la soberanía nacional, de defensa de la democracia, la familia y las instituciones vitales del Estado mediante un respaldo a la Fuerza Pública, así como impedir la inmigración descontrolada e ilegal, todos estos aspectos que los intolerantes izquierdistas rechazan, pues, va en contra de su torcida agenda que quieren imponer a trocha y mocha en franca sintonía con las agendas del Foro de Sao Paulo y el Grupo de Puebla, carteles neocomunistas de los que forma parte el Partido Comunista de Chile. Por ello, desde esta modesta tribuna le deseamos el mayor de los éxitos al candidato José Antonio Kast.