Desde hace unas semanas se ha puesto en la mesa de la discusión el excesivo número de jugadores extranjeros registrados en la Liga MX. Pero NO hay que desvirtuar la misma, los foráneos con calidad siempre serán bienvenidos por lo que aportan. Aquí el tema central NO radica en la cantidad, sino en la escasa calidad y aportación de los jugadores que llegan a la liga, lamentablemente esos son una inmensa mayoría.
Mucho se habla de estos negocios obscenos que suceden por decenas cada torneo, pero lamentablemente casi nunca estos turbios negocios se pueden documentar plenamente tanto por los periodistas como por la autoridad competente, todo queda impune.
Afortunadamente, el juicio que lleva la Jueza Sandra Arroyo en la Argentina cada día arroja más y más evidencias legales, tanto en documentación oficial que muestran la enorme podredumbre que se esconde en este negocio. En las últimas semanas, la justicia argentina ha documentado plenamente un negocio obsceno que involucra a un club mexicano: Rayados de Monterrey, con la contratación del jugador paraguayo Adam Bareiro Gamarra.
LA ESTAFA MAESTRA
El caso del jugador Adam Bareiro Gamarra NO nace cuando este llega a Rayados, inicia mucho antes, justo el 3 de enero de 2016 cuando el presidente del Club Nacional de Paraguay y actual presidente de la Asociación Paraguaya de Futbol (APF) Robert Alexis Luis Harrison Paleari, designa al promotor de nacionalidad paraguaya Juan Gabriel Appleyard Pettengill como el agente único y exclusivo autorizado para gestionar e intermediar TODAS las negociaciones deportivas de uno de los equipos con mayor historia de Paraguay. Nadie MÁS puede negociar con este equipo, si no es este oscuro personaje que aún mantiene tiene ese control absoluto.
¿Cuál es el tema aquí? Que Appleyard Pettengill es también socio del oscuro representante Pedro Aldave Ortúzar, imputado en Argentina junto con el también promotor imputado Uriel Pérez Jaurena, en el marco de la causa FSM 6138/2020, caratulada ‘NN s/ infracción ley 24769’. Justo con ese cartel es que se fragua una estafa maestra contra las finanzas del Grupo FEMSA/Rayados de Monterrey con la llegada de Adam Bareiro Gamarra.
EL CÁRTEL DE HARRISON
La documentación que existe en la carpeta de investigación de la fiscalía argentina NO deja lugar a dudas, en ellas se comprueban desde las mismas entrañas el modus operandi con el cual operan, según los dichos del expediente, pudiera tratarse de la organización más corrupta que controla sin ningún recato al futbol paraguayo.
La existencia de este cártel era un secreto a voces en tierras guaraníes, hoy ya no es secreto, pues sus integrantes están implicados en el marco de la causa FSM 6138/2020, con la carátula ‘NN s/ infracción ley 24769’ a cargo de la jueza federal Sandra Arroyo Salgado.
En esta carpeta a la cual he tenido acceso, existen muchas pruebas, documentos, múltiples conversaciones de WhatsApp muy extensas, así como diversos audios y escuchas telefónicas donde se confirman todo tipo de acuerdos, negociaciones y arreglos de convocatorias de jugadores a las selecciones nacionales de Paraguay con el fin de hacer negocios.
LA SELECCIÓN, LA TRAMPA
La investigación y los audios detallan a la perfección cómo los promotores acuerdan con los dirigentes el llamado de tal o cual jugador a las selecciones nacionales de Paraguay, lo mismo a las menores que incluso a la mayor. La selección nacional es una parte central para que el negocio produzca enormes ganancias, pues es la gran vitrina, la coartada.
Es simple, un jugador por tronco que sea al ser llamado a la selección nacional, aunque sea a dos convocatorias, automáticamente eleva su precio y de paso evita la sospecha de fraude del club comprador, ya que estarían negociando a un ‘seleccionado nacional’.
Lo que pocos sabían era que esos llamados a la selección nacional NO son parte de un control de calidad del jugador, sino una simulación, un engaño para convertir en un jugador malo en bueno, y de barato a caro en una convocatoria. El cártel paraguayo de esta manera blinda muchas de sus ventas, enganchando a los incautos que los compran muy caros solo viendo videos de YouTube editados.
Las selecciones nacionales se utilizan como una trampa, como una especie de publicidad engañosa. El club comprador y la prensa al revisar el curriculum del jugador contratado podrá comprobar que el jugador en cuestión fue ‘seleccionado nacional’, lo que, en teoría, daría, el aval de calidad, sin saber que esos llamados fueron una patraña, un ardid entre promotores y dirigentes para poder vender al jugador en un precio mayor.
BAREIRO, UN NEGOCIO OBSCENO
Al poco tiempo de que Appleyard Pettengill es encumbrado como representante exclusivo del equipo aparece la negociación de Adam Bareiro Gamarra. Cuando este jugador fue contratado por el club Nacional de Paraguay firmó un contrato laboral donde el club le reconoció al jugador a su favor el 50 por ciento de los derechos económicos de una futura venta de dichos derechos.
¿Por qué lo habrán hecho de esta manera? ¡BINGO! Para que luego y aunque parezca un absurdo, por encargo exclusivo del mismo club, sea entonces la empresa de propiedad de Aldave Ortúzar y Appleyard Pettengill quien compre ese porcentaje de derechos económicos!! ¡¡Y así se hizo!! Los promotores hoy imputados por la justicia argentina se quedaron con el 50 por ciento de los derechos económicos del jugador mediante un pago de USD 500.000!
VENTA ILEGAL
¿Cuál es el origen y legalidad de estos fondos? En aquel momento nadie preguntó, hoy el origen de ese dinero ya fue investigado. El único dueño titular exclusivo del 50 por ciento de los derechos económicos cedidos por el Club Nacional de Paraguay al jugador es el propio jugador, por ende, el ÚNICO que podría cobrar y recibir dicho dinero. El jugador SOLO podía ser vendido de manera legal a otro club afiliado a FIFA, nunca a un tercero, ni a una persona física o moral porque está prohibido.
Sin embargo, está documentado que esto NO fue así. ¿Quién entonces pagó y a quién? La respuesta no debiera sorprender a nadie. Se firmó un contrato en virtud del cual el Club Nacional de Paraguay le dio instrucciones a la sociedad panameña Playmaker Sports Management S.A. para que efectuara el pago.
EL PAGO
Este contrato viene firmado por parte de Playmaker Sports Management S.A. (sociedad con domicilio en Paraguay) por el abogado paraguayo Gerardo Luis Pérez Acosta, quien en el escrito tiene el rol de representante legal de dicha sociedad. ¿A quién le pagó esta sociedad offshore si no fue al titular de los derechos cedidos? Le pagó, vaya a saber uno el por qué y sin factura de por medio a una cuenta personal del hermano del jugador Adam Bareiro Gamarra, a su hermano Fredy José Bareiro Gamarra, aquel que jugara para el Club León y los Tecos hace más de una década, el exfutbolista comparte la cuenta con una mujer de nombre Patricia Bordón, la cual está domiciliada en los Estados Unidos de América. De ahí que se pueda tener la certeza de lavado de dinero.
En resumen, esta simple operación comprueba que se utilizó una estructura indiscutiblemente ilegal para que Aldave Ortúzar y Appleyard Pettengill a través de una sociedad extranjera denominada Playmaker Sports Management S.A. pudieran comprar derechos económicos, situación que está absolutamente prohibida por FIFA.
CINISMO MAYÚSCULO
No solo pasaron por encima de los estatutos de FIFA, también ocultaron el origen y legalidad de los fondos y sus titulares, para después vender derechos y cobrar enormes sumas de dinero. ¿Qué hizo la Asociación Paraguaya de Futbol? NADA. El operador de este flagrante ilícito, Gerardo Luis Pérez Acosta, es el abogado tanto de la propia asociación como de los promotores, él mismo aprobó el negocio. ¡Vaya cinismo!
Las sanciones por parte de la Comisión Disciplinaria de FIFA para este tipo de infracciones y graves vulneraciones a la reglamentación pueden incluso llegar desde la prohibición de efectuar transferencias hasta el descenso de categoría, deducción de puntos y hasta la retirada de un título.
Con la compra oculta, irregular y prohibida por FIFA, pero validada tanto por el club y la asociación, Aldave Ortúzar y Appleyard Pettengill se hicieron de parte importante de los derechos del jugador, y con ello, se comenzaba a cerrar el círculo de la estafa maestra, ¿qué faltaba? La parte más importante ¡había que vender a Adam Bareiro! Ya había quedado ‘limpio’ para hacer un negocio obsceno.
CONEXIÓN URIEL-MOHAMED
Ahí hace su aparición en escena una pieza clave, el imputado en un sinfín de delitos, Uriel Pérez Jaurena, quien, según las conversaciones de WhatsApp, en poder de la fiscalía argentina, menciona que no habría trabas para cerrar la compra, ya que tenía el control absoluto sobre Antonio Mohamed, en ese entonces entrenador de Rayados de Monterrey.
Y tal pareciera que esos audios en poder de la fiscalía no decían mentira alguna, pues días después de aquellas conversaciones, exactamente el día 27 de diciembre de 2018 se firma el contrato de transferencia definitiva de Adam Bareiro Gamarra entre los clubes Nacional de Paraguay y Rayados de Monterrey por la suma de USD 2.160.000 de acuerdo a gestiones llevadas a cabo por Pérez Jaurena y Aldave Ortúzar.
Si usamos matemáticas básicas, el 50 por ciento de USD 2.160.000 son USD 1.080.000 para la sociedad panameña representada legalmente por el abogado de la Asociación Paraguaya de Futbol, y habiendo desembolsado USD 500.000, en un breve plazo obtuvo una utilidad neta de USD 580.000, equivalentes a un 116 por ciento de utilidad en un tiempo récord. Un negocio brillante, ¡una estafa maestra!
PAGAN POR ESTAFARLOS
Sin embargo, los ingresos para el cártel con Adam Bareiro no terminaron ahí, ya comentamos el sobreprecio pagado, pero además Rayados de Monterrey hizo otro pago directamente a Aldave Ortúzar por esta negociación. Bajo el concepto de comisión por la intermediación, el club mexicano pago la suma de 300 mil dólares (seis millones de pesos) es decir, el cártel paraguayo, en una sentada ganó 860 mil dólares con el jugador en Rayados. Una vez más el cartel paraguayo se había salido con la suya obteniendo ganancias obscenas. FEMSA/Rayados NO solo pagó un enorme sobreprecio, todavía le pago una jugosa comisión al agente ¡Vaya estafa! ¡Vaya cinismo!.
Pero el negocio de este cartel paraguayo con Adam Bareiro NO terminó ahí. En la cancha fue un petardo como tantos otros. Con Rayados de Monterrey fue intrascendente, jugó poco y nada, sufrió lesiones y al final del día fue el resultado de un negocio espurio que defraudó deportivamente al equipo, meses después fue prestado temporalmente gratis al Club San Lorenzo de Almagro de Argentina.
EL CÁRTEL NUNCA PIERDE
La operación fue SIN costo. Rayados NO recibió pago alguno por el jugador por la cesión. ¿Saben quién sí cobró por la operación? Adivinaron, ¡los promotores! El cártel paraguayo no trabaja gratis, pues por negociar gratis a Bareiro a la argentina, este clan registró un pago de 200 mil dólares por actuar como intermediario bajo el concepto de: “asistir al club argentino en todas las negociaciones y gestiones que fueran necesarias” para lograr la contratación de Adam Bareiro Gamarra. En esta operación aparece como representante el poderoso abogado de la Asociación Paraguaya de Futbol, Gerardo Luis Pérez Acosta.
Un auténtico ‘mil usos’ este abogado que representa a la asociación, a los representantes, a las empresas off shore que utilizan para triangular y que en sus ratos libres es también promotor, sin licencia.
La operación está ya documentada en la investigación, tanto por la jueza federal Sandra Arroyo Salgado, como también por las máximas autoridades fiscales y tributarias, básicamente por ese nuevo ingreso de USD 200.000 para el cártel en manos de Pérez Acosta.
Las tropelías de este cártel paraguayo ya involucrado en la investigación argentina son inmensas, parece imposible que Luis Harrison, el presidente de la Asociación Paraguaya NO sea involucrado pues toda su gente cercana está siendo investigada por las unidades de inteligencia financiera.
Hay muchas otras negociaciones con equipos mexicanos que siguen apareciendo, la fiscalía argentina y las unidades de inteligencia financiera están siguiendo las rutas del dinero, hay certificados ya de pagos en especie con autos, inmuebles a familiares o terceros como parte de comisiones, pero por hoy se me acabó el espacio, nos leemos en las próximas entregas de negocios obscenos, porque esto apenas comienza… aunque usted no lo crea.
“El trabajo de los periodistas no consiste en pisar las cucarachas, sino en prender la luz, para que la gente vea cómo las cucarachas corren a ocultarse”, Ryszard Kapuscinski.