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Greta nos mintió

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Mientras estás leyendo esto, dos buques rompehielos rusos están regresando a sus bases luego de una misión de rescate; en esta ocasión, los rescatados formaban parte de buques turísticos que quedaron atrapados en el ártico por el aumento del hielo marino.

Los rompehielos son el Yamal, de propulsión nuclear, y el Novorossiisk, de propulsión diesel. El gobierno ruso ha enviado también al buque de rescate Spasatel Zaborshchikov. Las duras condiciones del hielo marino han sorprendido a 20 buques que quedaron varados o luchando por atravesar las aguas heladas.

Desde hace décadas los científicos rusos conocen el Ártico mucho mejor que otros. El Servicio Federal de Hidrometeorología y Vigilancia Medioambiental es el principal instituto de investigación sobre el Ártico. Vigila el hielo las 24 horas al día por mar y por aire y publica cartas de hielo periódicamente.

Si se compara esas cartas un año con otro, se observa que la extensión del hielo ha crecido desde 2013. En el caso del “hielo antiguo”, el que tiene más de dos años, ha aumentado de forma espectacular, cuando se suponía que se estaba derritiendo.

Esta situación de rescate, es similar a una protagonizada por un grupo de “ecologistas” que, en 2017 quedaron atrapados por el hielo cuando filmaban un documental titulado “el fin del santuario del planeta”.

Las profecías sobre el deshielo del ártico (no son más que eso, profecías) tomaron fuerza en 2007 por los medios habituales, títulos sensacionalistas en letra catástrofe que anunciaban el fin de los hielos por el calentamiento global pero, a juzgar por lo que vino después, no es el fin de los hielos árticos ni mucho menos.

Por entonces, el vicepresidente de los Estados Unidos, Al Goore, al recibir el premio Nobel de la paz por vaya uno saber que aporte hizo a la paz o al clima, anunciaba que para el 2014 los hielos del ártico habría desaparecido por completo. Goore no estaba solo, detrás de él aparecieron medios como la BBC, Le Monde Diplomatique, La Vanguardia, The Independent y una larga lista de etc., ya que tanto los medios como los años fueron pasando y todo sigue igual… o mejor.

En 2013 y 2014 la masa del hielo ártico casi sepultó a Rusia con sus grandes masas de hielo y un crecimiento aproximado del 33% respecto del 2012. 2014 fue el año con mayor extensión de nieve en el continente Europeo desde 1967.

En 2017, el Instituto Danés de Meteorología, informaba que la masa de hielo aumentaba a una velocidad nunca vista, mientras los medios de comunicación hablaban de la desaparición del hielo por primera vez en 100.000 años.

También, el mismo Instituto Danés de Meteorología publicaba un gráfico que detallaba las características oscilantes del hielo ártico y su relación con otros fenómenos meteorológicos igualmente oscilantes aunque no repetitivos; es decir, que haya más hielo que hace 20 años no significa que en el futuro esa masa pueda volver a disminuir.

Lo que si deja claro ese gráfico, es que nada tiene que ver el hombre con ese fenómeno. Si cada día, según los exégetas del cambio climático, hay más CO2 en el aire, si cada día la temperatura sube, no hay razón lógica para que la masa de hielo aumente. Lo que si demuestra el estudio es que el crecimiento/decrecimiento de esa masa de hielo es un fenómeno local y el cambio climático no es el monstruo que nos presentan los medios.

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