La Comisión Bicameral de Presupuesto que debate el PGN presentado por el Poder Ejecutivo para el 2022, propuso crear un fondo de contingencia destinado a la cobertura de requerimientos de instituciones varias y para lo cual prevén re direccionar 119 mil millones de guaraníes (unos 17 millones de dólares) del Fondo para la Excelencia para la Educación y la Investigación (FEEI). Los fondos serán “re direccionados” para cubrir kits de útiles y alimentación escolar.
El FEEI, básicamente es un fideicomiso de gobernanza público privada pensado en el largo plazo, que financia proyectos vinculados a educación, a la formación de capital humano avanzado y a la investigación científica. Se trata mayormente de proyectos plurianuales, lo que permite al fondo planificar a mediano y largo plazo.
Con los recursos reasignados que se propone para el PGN 2022, sumado a los no recibidos en el 2021, sumarían unos 40.000.000 de dólares.
El FEEI, organizaciones civiles, referentes privados, así como varias ONG y fundaciones, además de la prensa y otros actores, han manifestado que dichos recortes implican una disminución de los recursos que podría afectar la ejecución de proyectos y programas ya aprobados y en curso, como los de primera infancia, becas (BECAL), investigaciones científicas (PRO CIENCIA), etc.
Por ahora es una sugerencia que la Comisión Bicameral que estudia el Presupuesto le presenta a diputados y senadores para quitar recursos “excedentes” o mal llamados “saldos” del fondo (FEEI) para financiar otras gastos. Si a lo que ya está planificado se le quitan recursos, obviamente habrá un impacto.
Lo cierto y lo concreto es que casi al unísono escuchamos que Paraguay no podrá seguir avanzando en competitividad y desarrollo si se disminuyen los recursos destinados a la Educación. Y que dicho sea de paso, NO SON UN GASTO.
El objetivo del FEEI es blindar recursos destinados a elevar la calidad de la educación, la búsqueda de la excelencia educativa y la promoción de la investigación y el desarrollo. Estos ajustes sugeridos por la Bicameral, modifican el objetivo inicial de la Ley. Y si bien irían al sector educativo, no corresponden a proyectos de excelencia educativa. La plurianualidad de los proyectos requiere que los recursos estén asegurados, por ello una de las características del FEEI es el blindaje de los fondos.
Ahora bien.
Está bien la indignación, es normal pensar en el mal uso de los recursos, es lógico pensar que irán en beneficio de los de siempre y acompaño esa sospecha anticipada. Comparto que la educación no se debe tocar, etc. etc. pero como acostumbro en mis artículos, quiero poner el foco en cuestiones de fondo.
Y lo primero que quisiera saber a qué responden los bajos porcentajes de ejecución (54% dice el último informe de FEEI) de los fondos del FEEI. Con las urgencias que tenemos en materia educativa, ¿no correspondería mejorar la ejecución? Mejorar la ejecución requiere mejorar la eficiencia y la eficacia y a su vez, limitar “saldos” o “excedentes” que aunque no sean tales, brinden oportunidad a las pirañas de hacerse de los recursos. Créanme, que donde haya dinero, irán por él.
Por lo que sin temor a equivocarme, gran parte de la tentación podría limitarse ejecutando más y mejor y así, el mayor blindaje, sea la ejecución.
He escuchado decir que la baja ejecución se debe a que la mayoría de los proyectos son plurianuales, duran 3, 4, 5 años. Lo cual no es justificativo en absoluto para la baja ejecución, pues se hace una planificación anual y en todo caso, el atraso es en la ejecución misma de los proyectos, no tengan dudas.
Y aquí llego al fondo de la cuestión. Es un facilismo bien nuestro pensar que todo es una cuestión de presupuesto pese a la rotunda evidencia de que es todo lo contrario. Hemos aumentado presupuestos un quinientos y un mil por ciento también, y no se mejoró ni un uno o dos por ciento.
Ejemplo reciente, -muy duro por cierto- es la insólita y criminal baja ejecución en el ministerio de salud en plena pandemia. ¡Inexplicable e inaceptable con todo lo que ello implica!
También lamentable la ejecución del ministerio de educación, y así podríamos seguir institución por institución, por lo que temo que el problema es otro: la ineficiencia y la inoperancia exasperante de un sistema que destila corrupción por todos lados y que goza de buena salud.
Me cuesta entender por qué nuestra inteligencia social es tan mediocre. Si en tu vida personal le dieses 1.000.000 a alguien para un trabajo, y no lo hace, o lo hace mal, luego le das 2.000.000, y se lo morfa, luego le das 3, y 4 y 5 y así durante 10 años, y no ves resultados, …¿Cómo es que pueden creer que hay que seguir aumentando?
Quizás lo que haya que hacer sea BAJAR presupuestos para dejar de atraer a la politiquería instalada, a la de turno y a las pirañas que esperan ansiosas acceder al cardumen.
Detrás de cada necesidad impetuosa, como la de los niños en sus primeros mil días, como las de los jóvenes en su formación, hay grupos inescrupulosos enteros frotándose las manos para vivir de un sistema perverso en el cual las víctimas dan de comer a sus verdugos.
¿Vamos a seguir creyéndonos patriotas alternando banderas de “causas nacionales” mientras siguen las malversaciones de todo tipo? Temo que sí. Sí mientras no hagamos una reforma profunda de la administración pública.
Está previsto que el tema de los Fondos se trate este miércoles en Diputados. Seguiremos presupuestando gastos cuya cobertura no está cubierta en ingresos, sacando de aquí para cubrir allá y siempre que se pueda, seguiremos dándole mil al que no supo gastar cien porque el problema es el presupuesto, no la ejecución eficiente ¿Verdad?