Me gustaría que la gente en estos pocos años que restan para elegir nuevamente al líder social por excelencia, al Presidente de la República y a quienes dirigen realmente al país, Senadores y Diputados, tome en cuenta y nota, de cómo cada candidato y sus equipos, independientemente del color o la ideología, porque eso significa la democracia, pretende apuntalar el desarrollo, no solo económico del país, sino también en Salud o educación, pero por sobre todo como pretenden dar continuidad al desarrollo cívico y ciudadano que se está experimentando en el Paraguay y como lo acompañan actualmente y lo van fomentando hasta esa fecha.
Los cambios que se están dando en el país son resultado de la inyección que representa la juventud renovada de hoy en día, una juventud que ya tiene como base el nuevo milenio, que pertenece a una comunidad global, que le da contraste y un millar de oportunidades; con ganas de participar no solo del cambio, que ya se dio y se está dando desde la maduración de estos nuevos integrantes de la esfera social y política del Paraguay, sino de su crecimiento y transformación en un país y un mundo más justo para todos.
Los acontecimientos que se dieron en este periodo de tiempo en la República demuestran que el verdadero poder está en el voto, también que hay santos y pecadores vestidos de todas formas, pero lo más importante es que existe esperanza, porque vimos que sí se puede aspirar a algo mejor, a algo más y lograrlo.
Hoy no se trata de hacerse oír, ese objetivo ya fue cumplido, ya estamos invitados a la mesa de los grandes, tenemos voz y voto, ahora es el momento de plantear soluciones que nos incluyan a todos y darles acompañamiento; comprendemos al fin que no hay remedios milagrosos para nuestra situación, porque ya los probamos todos, sino más bien, que sólo nos resta seguir un tratamiento para recuperar lo que fue atrofiado, como con cualquier musculo, y darnos cuenta de que hoy es nuestra responsabilidad como individuos dentro de un ente colectivo, porque al país lo hacemos todos, el votar a conciencia en quienes realmente creemos porque nos demostraron que lo valen y esto es importante porque somos nosotros quienes creamos nuestro entorno, pero no de un día para otro, sin un día a la vez, porque el éxito es una costumbre, no un accidente.
Todo viaje comienza con un paso, con una decisión, ya no es cuestión de buscar el cambio, porque ya se está dando, ahora es momento de darle forma y entre todos hacer un Paraguay mejor.