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Ironías del destino y haciendo apología del destino para la protección y conservación ambiental de los recursos hídricos del Paraguay, es hiriente detectar la inacción de la ESSAP y del Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible.
Tras denuncias presentadas por vecinos del barrio Campo Grande, ante la falta regular del sistema de alcantarillado sanitario en la zona, las instituciones hacen caso omiso a estas peticiones que incluso, el propio Ministerio del Ambiente, no cuenta con el servicio de desagüe cloacal, vertiendo así sus residuos y líquidos cloacales a cielo abierto en un canal en la que fluye una naciente de agua cristalina “ykua” que debería ser protegido por la misma institución según ley 3239 De Los Recursos Hídricos del Paraguay. Por otra parte, el MADES es la máxima autoridad ambiental encargada de velar por la aplicación correcta de las normativas referentes al ambiente.
Dando así un enfoque jurídico, ambas instituciones cómo son el MADES y la ESSAP, trasgreden varias legislaciones ambientales y entre ellas citamos la Ley 716 Delitos contra el Medio Ambiente, Ley 3956 Manejo Integral de Los Residuos Sólidos y la 96/92 De la Vida Silvestre. Esta última es importante considerarla, ya que los residuos líquidos cloacales y otros sólidos que se encuentran en ese material llegan hasta el Parque Guasu Metropolitano, afectando así a una variedad importante de la fauna que habita el territorio del parque; al mismo tiempo, los pequeños espejos de agua se ven contaminados, alterando así el equilibro de reproducción de pequeños anfibios, peces , crustáceos y otras especies dependientes del curso de agua.
Urge buscar una solución entre estas instituciones y el municipio capitalino para así dar respuesta a los ciudadanos a la brevedad.