En el próximo mes de octubre tenemos un versus estelar, la mayoría silenciosa contra las minorías propaganda en las elecciones municipales, siendo éstas la antesala para las nacionales de acá a un par de años y fundamentales para establecer el alcance de fuerzas y recursos de los sectores interesados para ese entonces, además de ser la oportunidad de la gente para marcar un “hasta acá” y hacerse respetar ante la autoridad, demostrando quien es el soberano en realidad.
Las “minorías propaganda” son aquellas que con coordinación, logística y recursos financieros, tanto locales como extranjeros, legales e ilegales, pretenden generar una percepción en la ciudadanía, a través de redes, publicidad, propaganda, prensa, ongs o instituciones públicas, incluso todas ellas, haciendo uso de datos parciales o falsos y exaltando pasiones con odios y envidias
Disfrazados de defensores de los pobres para hacer política del hambre y la necesidad, pretendendiendo crear una apariencia de respaldo popular o de nobleza en contraste con la asumida inmundicia del rival, al cual ven más como enemigo declarado y mortal que como adversario ocasional.
Minorías que se arrogan luchas y reclamos ciudadanos, para vestirlos como máscaras de carnaval, creando una ilusión de fuerza para instalar un relato por sobre la realidad y así obtener poderío real por medio del control de la información y la distribución, al por mayor, de su versión de la verdad.
La mayoría silente, es la formada por aquellas personas que mantienen su postura independiente de intereses de agendas sectoriales o extranjeras, los que votan con la cabeza, no con el estómago o el bolsillo.
Aun pasando hambre y necesidad, aquellos que en su momento castigaron y castigan a sus autoridades fallutas, mandándolas a la llanura y confiando a otros su lugar; ahora es el momento de que se vuelvan a levantar a elegir por el Paraguay, indiferentes a los colores, cada cual desde su lugar, pero atentos a las ideologías y al historial, conscientes del desafío de tener que ser cada día más participes de la política como individuos y sociedad.
En un mundo sin fronteras para el pensamiento, esta mayoría silente se debe elevar como eterna vigía de la libertad, pues es por ésta, ya no la alternancia, y el alma nacional por las que lucha hoy en su momento de mayor necesidad y todo comienza yendo a votar.