La oferta laboral está conformada por todas aquellas personas que están dispuestas a cambiar de trabajo y realizan acciones proactivamente para buscar trabajo a diario. La demanda de mano de obra está conformada por las empresas que están buscando talentos para cubrir necesidades en sus negocios.
Este mercado no escapa a las reglas de todo mercado, aunque se encuentra intervenido por un gran compendio de normas que regulan el precio y las condiciones laborales; aun así, es interesante observar cómo la oferta y demanda se equilibran en puestos específicos que escapan a las bases establecidas por la normativa legal.
Cuando las empresas buscan un director que será sin dudas un factor determinante en el negocio, aquí las reglas del juego obedecen a la oferta y demanda. La demanda pagará un precio, no sólo determinado en el sueldo anual, sino en un paquete de beneficios que conforman la compensación total ofrecida, pero a la vez el atractivo no tendrá que ver sólo con esto, sino que la imagen de marca empleadora, la reputación que la empresa tiene y las proyecciones de crecimiento determinarán lo atractivo que se volverán para atraer talentos a trabajar con ellos.
Es claro que las problemáticas por planificar y llevar a cabo nuevos proyectos en contextos económicos de incertidumbre y deprimidos, afecta al mercado laboral también en estas altas esferas. Las empresas que se transforman para ganar mercado están mirando las competencias que necesitarán para llevar a cabo su plan de negocios y aquellas que están resistiendo en un mercado que no crece posiblemente estén poniendo su energía en otras áreas para lograr pasar la tormenta.
¿CONTRA QUIEN COMPITO?
Ahora bien, dentro de la oferta laboral podemos hacer distintas sub aperturas, una encuesta publicada en la red social LinkedIn indica que de aquellos que buscan trabajo el 65% tiene uno y busca mejorar las condiciones laborales y un 35% se encuentra desempleada.
La valoración que cada uno haga de las condiciones laborales dependerá entre otras cuestiones de la comparación con la condición actual de cada individuo. Quien no tenga un ingreso actualmente valorará principalmente la propuesta económica, ahora bien, quien sí tenga trabajo es probable que valore más cómo será su nuevo empleo y aquí se involucrarán cuestiones intrínsecas de la motivación humana como el propósito de lo que haremos, que valoración personal tendrá la tarea, si se valorará lo que hago y mis ideas o sólo el trabajo físico, las responsabilidades del puesto y quizás también el plan de carrera que cada uno tenga.
Aquellos que se encuentran desempleados deberán hacer un esfuerzo adicional para conseguir un trabajo ya que indefectiblemente consumir sus ahorros o vivir la escasez de recursos, puede ser algo angustiante.
¿A QUIENES RECURRIR?
En la búsqueda laboral, al igual que en casi todo lo que uno emprende hay múltiples variables que afectan, no es correcto pensar que la velocidad en que una persona consigue trabajo la define respecto al resto. Dependerá sin dudas del rubro en el que se encuentre, la experiencia con la que cuente, su manera de aprovechar cada entrevista laboral para decir aquello que la empresa pretende escuchar, cuantas interacciones tenga con los distintos motores de búsqueda de empleo que se usan actualmente y su red de contactos.
Si bien la velocidad para conseguir un trabajo no está bajo el control de quien busca, sí se puede pensar que la actitud y determinación con la que el candidato emprende la búsqueda será determinante para conseguirlo. Otro factor importante es poder recurrir a las personas correctas para que acompañen el éxito, así como cuando nos sentimos mal recurrimos al médico o si queremos realizar un viaje consultamos con alguien que ya lo hizo o con una agencia de viajes para no perdernos nada, para mejorar los resultados de una búsqueda laboral también es bueno recurrir a expertos.
Esta búsqueda de la mirada de un experto en recursos humanos no te asegurará el éxito, pero podrá hacerte ver habilidades que tienes y puedes potenciar. De igual modo contactar a aquellas personas que están en tu red de contacto para que se enteren que estás buscando trabajo te abrirá más posibilidades.
¿Más posibilidades aseguran el éxito? Que más gente sepa que estás buscando trabajo y que te postules a más búsquedas con un perfil correctamente definido te asegurará visibilidad. El mayor grado de visibilidad es una de las aristas importantes a considerar, la segunda etapa es la entrevista de trabajo.
El carisma, la escucha activa, el respeto dentro de la conversación, la empatía, el rumbo de la charla y los momentos a aprovechar se entrenan y se desarrollan. La entrevista es la oportunidad de escuchar lo que está buscando la empresa y ver qué valor puede aportar el candidato al puesto. Cada entrevista es un momento para venderse y también para aprender, poner atención en cuanto tiempo habla cada participante, qué cosas me preguntaron, qué cosas respondí y qué percepción o imagen pude haber dado para mejorarla en la próxima oportunidad es la clave para estar cada vez más cerca de conseguir un cambio laboral.
Aprender de las experiencias y hacer cambios para mejorar las oportunidades siguientes es tarea de quien busca trabajo. Alguien destaca en la búsqueda y alguien es contratado. Muchas veces el factor diferenciador es el conocimiento previo, pero muchas otras es la actitud de cada candidato, su seguridad al hablar, su carisma y su manera de mostrar el valor que puede aportar a la empresa sin sonar arrogante, sin prometer cosas que luego no podrá cumplir y sin presumir que conoce más del puesto al que aspira que quien lo entrevista.
¿COMO EMPIEZO?
Sin dudas en el mundo tecnológico y pandémico en el que estamos las redes sociales y en especial LinkedIn, como comunidad profesional, son nuestro primer curriculum vitae. Las empresas podrán revisar allí más sobre nosotros de lo que puedan ver en el tradicional CV.
Si no eres experto en el desarrollo de imagen personal y conoces a alguien que pueda orientarte es un buen punto de partida. Tener el CV actualizado con las experiencias laborales, estudios y formación académica y otras habilidades es también necesario y tenerlo en tu dispositivo móvil para poder enviarlo o acceder a él en cualquier momento.
Apoyarte en tu red de contactos, generando conversaciones para hablar de tu búsqueda laboral, un mensaje previo que prepare a la otra persona para recibir tu llamado y dedicar algunos minutos a contarle tu iniciativa de seguro te favorecerá para aumentar tu visibilidad. Hay que acostumbrarse a la virtualidad, pero no perder el hábito de hablar con personas, cada vez más importan los likes pero no hay que olvidar que atrás de cada perfil hay una persona que tiene una vida y vínculos de confianza que no son necesariamente los que le dan los likes.
Por último, y quizás más importante, es la actitud por aprender y seguir adelante, cada postulación, cada entrevista, cada conversación sobre este tema tiene cuestiones de las que podemos aprender, es necesario estar permeables a ello y saber decir «no se» para recibir lo que estemos necesitando para avanzar.
Pablo López Ferrari – La Prensa