Mañana se vota, se llevarán adelante las internas de todas las fuerzas políticas locales pero, sin lugar a dudas, la más importante por actualidad y por dimensión es la de la Asociación Nacional Republicana, sobre todo la de la capital del país.
Muchos son los candidatos que aspiran a la intendencia, pero hoy solo quiero referirme a uno de ellos, a Daniel Centurión.
Independientemente de la opinión personal que cada uno de nosotros pueda llegar a tener de este candidato, lo concreto es que su campaña lleva en su estandarte el color de la muerte.
Asesor presidencial primero y candidato a intendente después, Daniel Centurión no supo estar a la altura de la confianza que se depositó en él. Por obra u omisión, muchos son los pecados de corrupción que carga en su mochila.
Audios que son de público conocimiento, dan muestra del uso indiscriminado de fondos públicos en general y los destinados a la pandemia en particular que se han “volcado” en favor de una candidatura que, probablemente, haya nacido muerta.
“Marito convoca a los que todavía no se involucraron y me convocó a mí a las 7:30. A muerte con el Estado, el tipo tiene US$ 230 millones y la lapicera, así nomás es. Nosotros tenemos que desembarcar el Estado paraguayo”, declaró Centurión en un audio de Whatsapp tiempo atrás.
Algunos meses después, uno de los principales operadores de Daniel Centurión, Arnulfo “Monchi” Fretes, se hizo famoso cuando afirmó, en un nuevo audio de Whatsapp, que: “Vos no ganás con esto (publicidad), vos ganás el Día D, con 25 mil monos de Central. Yo a toditos (sic) les pago G. 100 mil, le dije. Se van a morir por ese 100 mil, vos sabés cómo es la plebe”. “Compramos 70 mil personas a G. 100 mil y Marito se sorprendió cuando le dije que vamos a comprar toda la ribera (zona de los bañados)”.
Esta es la forma en que Daniel Centurión piensa hacerse con la intendencia de Asunción, comprando, humillando, arreando a la gente más humilde porque ellos “Se van a morir por ese 100 mil”. Poco le importó que “ese 100 mil” haya sido negado en equipamiento o medicamentos a uno de los más de 10.000 muertos durante la pandemia.