Desde hace años, con la masificación del movimiento feminista, cuestiones cotidianas se enfrentaron a un proceso de revisión. El idioma español, por ejemplo: por norma la palabra que generaliza géneros es masculina. El lenguaje inclusivo, el tercer género de la “e”, ofrece una salida. Aún es algo que está en disputa.
Para el director de la Real Academia Española y presidente de la Asociación de Academias de la Lengua Española desde el 10 de enero de 2019, el lenguaje inclusivo “afea el idioma de manera insostenible”, según informó ABC. Santiago Muñoz Machado es jurista especializado en derecho administrativo y constitucional, miembro de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas y director del Diccionario del español jurídico y del Diccionario panhispánico del español jurídico.
En el ICAM realizó una ponencia sobre el lenguaje jurídico y luego, al recibir preguntas, le consultaron por el desdoblamiento de género. Fue entonces que Muñoz Machado explicó que “nos hemos acostumbrado” a nuevas fórmulas. “Nadie introduce una conferencia en la actualidad, en un foro como este, sin decir ‘señores y señoras’, que es una manera de desdoblar”, aseguró.
Lenguaje inclusivo
Según su mirada, el uso del masculino genérico es “inclusivo” y no hace falta aplicar el tercero género de la “e”. “Si realmente alguna de esas fórmulas se repite tanto que se convierte en lenguaje ordinario de una mayoría de los españoles tendrá éxito y se incorporará a nuestro lenguaje ordinario, claro que sí. Todos y todas, por ejemplo, está teniendo bastante progresión”, comentó.
“Si todos nos empeñáramos otras, otros y ‘otres’, si todos utilizáramos padre, madre y ‘adre’, al final esas palabras prosperarán y se incorporarán al lenguaje”, agregó después en referencia al tercer género que tanto se usa en Argentina, pero también en muchos países del mundo donde hablan el castellano. Sin embargo, es un debate que no ha concluido.
Para la Doctora en Letras Karina Galperín, hay una “sobreactuación contra el lenguaje inclusivo” que resulta “esperable porque es una disputa entre generaciones”. En una entrevista con Infobae Cultura sostuvo que “los lenguajes no son machistas o feministas”, sino que “expresan relaciones y registran el mundo tal como existe”, por eso “le estamos pidiendo a la lengua una precisión que incluya la distinción”.
Real Academia Española
Por su parte, Jorge Carrión escribió una columna donde decía lo siguiente: “No creo que importe si estás a favor o en contra del uso cada vez más común de palabras neutras. Lo importante es que nadie olvide que la inclusión sigue pendiente. El lenguaje inclusivo es sobre todo un síntoma: el del malestar compartido por el hecho de que buena parte de la población humana siga estando fuera de toda representación”.
En diciembre del año pasado, la RAE ya había dejado en claro cuál era su posición: ““El uso de la letra ‘e’ como supuesta marca de género inclusivo es ajeno a la morfología del español, además de innecesario, pues el masculino gramatical (‘chicos’) ya cumple esa función como término no marcado de la oposición de género”.